El cuarto de basuras de la modernidad

Nos invitaron a participar en la exposición «Haushalten in den Meisterhäusern: Wie leben wir morgen gesund und wirtschaftlich?» («Economía del hogar» en la Casa de los Maestros: ¿cómo viviremos saludable y económicamente el día de mañana?), la primera exposición de intervencions contemporánea que se celebraba en las casas que Gropius diseñó para los profesores de la Bauhaus de Dessau. Estuvo abierta del 12 de junio al 9 de agosto de 2015:

Investigando sobre la casa a la que nos invitaban (el comedor de Georg Muche), nos dimos cuenta de que contaba con un espacio entre el comedor y la cocina que contaba originalmente con una ventanilla. En aquella sala, el servicio de los maestros preparaba los platos antes de pasarlos por la ventanilla al comedor. El hogar de los maestros de la modernidad no sólo contaba con servicio (quienes, además, vivián en el inmundo sótano), sino que además, el servicio estaba oculto. Pensemos en el servicio de la serie de televisión Downton Abbey contemporáneo con estas casas (1926): ¡al menos los sirvientes de las casas «antiguas» convivían con sus señores!

Nos dimos cuenta entonces que la modernidad es limpia porque alguien se ensucia para limpiarla. Nuestro gran mito fundador, la Bauhaus y su domesticidad no contemplaban ningún tipo de relación de cuidado del hogar. El hogar sería una máquina de habitar y crear, sí, pero con servicio.

La instalación que planteamos cruzaba esas dos realidades de la limpieza y la suciedad, del trabajo y del discurso: En la habitacón del servicio estaban expuestas algunas fotos que hemos hizo haciendo a algunos de los recolectores informales con los que hemos trabajado alrededor del mundo. Expuestos de la manera más familiar (y también más «paternal(ista)»).
Mientras tanto, en el comedor ocho impresoras térmicas imprimían todos los tuits con algunos hashtags típicos del discurso ecologista contemporáneo, a saber #Recycle, #Waste, #Efficiency, #Reuse, #Sustainable, #Growth, #Ecology, (Reciclahe, Basura, Eficiencia, Reutilización, Sostenible, Crecimiento y Ecología) y de manera nada sorprendente, el término menos tuiteado: #Consumption, Consumo, que es la palabra fudamental para entender nuestra relación con el mundo hoy en día. 58 días imprimiendo todos los tuits con esos hashtags, de 10 a 17h, horario de Europa Central.

Mientras unos hacen carne la ecología y los métodos contemporáneos de economizar y cuidar (los dos aspectos centrales de la economía doméstica), otros nos dedicamos a producir discurso, tan vacío como siempre.

Se puede leer el texto curatorial en la versión en inglés de este post.

 

 

Construyendo Nunca Jamás

(Foto 1 de Eva Filgueira y foto 2 de Ándres Gil)
Más fotos del proceso aquí.

Una escenografía para Perdidos en Nunca Jamás, una obra de la compañía CrossBorderProject dirigida por Lucía Miranda. Readaptación contemporánea de Peter Pan, de J.M. Barrie.

Construida con los propios actores, reutilizando bolsas de plástico y muebles encontrados en la calle.

Ejercicios de creatividad colectiva en La Nave de Basurama a través de objetos de la infancia. ¿Que significa hacerse mayor? ¿Cómo podemos explorar memoria a través de nuestros objetos?

 

EQUIPO
Dirección e idea original de: Lucía Miranda
Dramaturgia: Silvia Herreros de Tejada
Poemas cedidos por: Brenda Ascoz e Isabel Cadenas

EQUIPO TÉCNICO Y ARTÍSTICO
Diseño de Luces: Toño Camacho y Pedro Yagüe
Escenografía: Basurama
Vestuario: Laura Velasco y Paz Yañez
Documental sonoro: Déborah Gros
Sonido: Enrique Chueca
Producción: Andrés Gil y Marta Martínez
Diseño de cartel: Raúl Allén y Javier Burgos
Fotografías: Eva Filgueira

REPARTO
Peter Pan: Ángel Perabá
Garfio, Hada, Padre de Wendy: Rennier Piñero
Lelo, Hada: Efraín Rodríguez
Wendy: Belén de Santiago
Madre de Wendy, Plumífera, Hada: Laura Santos
Espacio sonoro y música: Nacho Bilbao

 

«The Whirlpool of waste» – Roskilde Festival 2013

Más fotos aquí.

Un remolino de basura emerge en medio de una ciudad efímera. Una ciudad inventada para consumir: música, bebida, amigos, drogas… RoskildeFestival es un gran festival de música que congrega a más de 125.000 personas durante 9 días con más de 100 conciertos y actividades, un gran evento de masas.

En lugar de invisibilizar y ocultar la basura, “The Whirlpool of waste” se configura como monumento visible de lo que somos: consumidores productores de desechos. Un monumento de basura que crecía según avanzaban los días del festival. Salvajes consumidores del exceso.

A través de una catapulta los habitantes de la nueva ciudad iban acumulando basura en la gran instalación. Un campo de guerra donde la basura era la gran protagonista. El juego y la acción para relacionarnos de tú a tú con nuestros desechos.

Además Basurama realizó durante los días que duró el festival, dos talleres con la basura que se generaba en el propio festival:

  • Taller de disfraces y máscaras
  • Taller de instrumentos de música a partir de basura

Vídeo de acción de la catapulta:

Se pueden ver más videos del proceso y una visión más amplia de Roskilde Festival aquí.

It’s All Yours

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¡Eres lo que tiras!
Y la basura que dejas atrás dice más sobre ti de lo que te atreves a admitir. Lo oculto, lo invisible, lo oscuro conforma los estratos más profundos de nuestra memoria.

It’s All yours es una instalación de Basurama realizada en junio de 2014 para el Victoria and Albert Museum.
Un museo no son solo sus piezas de arte, hay un submundo por explorar que normalmente pasa desapercibido para el visitante y los trabajadores y del que todos son protagonistas: los desechos.

Desde las entradas hasta la cajas en las que se transportan las piezas todo tiene una vida útil y una muerte. Y es ahí donde queremos meter el dedo: en el preciso momento en el que la vida de un objeto deja de tener sentido, justo antes de ser enterrado para siempre.

Queríamos llevar a cabo una intervención lúdica que permitiese a los visitantes traspasar su posicionamiento contemplativo. Para ello construimos una piscina en el hall principal y la llenamos con basura.
Esta piscina se abría temporalmente a los visitantes que podían transformar desechos en «souvenirs», no sólo los residuos producidos y almacenados por el museo, sino aquellos que los visitantes traen en sus bolsillos. Mezclar lo excepcional y lo mundano. Componer un collage, etiquetar y envasar al vacío.

Un recuerdo capturado al aire, memoria basura.

 

 

 

Inhabiting Plastic Oceans

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Inhabiting a Plastic Ocean es una instalación llevada a cabo por Basurama para la World Design Capital en Company Gardens, Cape Town durante el mes de noviembre de 2014 utilizando para ello 240 kilos de plástico, mas de 5.000m de cinta de embalar y 3 ventiladores industriales.

En España la bolsa de basura ha cambiado radicalmente en los últimos 30 años. Si en los años 80 nuestras casas se llenaban con restos de comida y algún artículo roto (un mueble, una prenda de vestir) actualmente el principal desecho es el plástico: ya sea en forma de bolsas, botellas o envoltorios. Por la facilidad con la que nos deshacemos de estos residuos y su tamaño doméstico tendemos a olvidarnos de ellos con facilidad. Pero a través de estos gestos automatizados vamos alimentando un monstruo de dimensiones mitológicas.

En 2014 fuimos invitados a realizar una instalación con la que clausurar la capitalidad mundial del diseño celebrada en Cape Town, Sudáfrica. Un país con 2500km de costa y famoso por su cabo de las tormentas, cerca del cual tiene lugar el encuentro de dos inmensas masas de agua: el índico y el atlántico. Dos océanos que se han visto invadidos en los últimos años por un elemento contaminante constante y eterno: el plástico. Las cifras sostienen que los restos plásticos han aumentado en Sudáfrica un 90% en los últimos 10 años, y un gran porcentaje de los mismos acaba en los océanos; concentrado en 5 vórtices causando enormes problemas ambientales, entre ellos la muerte de 1.5 millones de animales al año.

Estas cifras son como los animales mitológicos, entes abstractos que apenas podemos llegar a imaginar y mucho menos tocar. Inhabiting  Plastic Oceans es una instalación que nos ayuda a visualizar a través de 3 esculturas habitables las dimensiones de nuestro modelo de consumo. Hacerlo no sólo medible sino visible, palpable y habitable. 3 cubos construidos con plásticos procedentes de fábricas de reciclajes que representan 3 escalas:

  • Un cubo de 3x3x3 metros construido a partir del número de bolsas que un habitante de Cape Town se lleva a casa cada año.

  • Un cubo de 9x9x9 metros que nos ayuda a visualizar el volumen basura plástica producida en Cape Town a la hora.

cubo 9x9

  • Un cubo de 12x12x12 ( la altura de un edificio de 4 plantas) muestra la cantidad de plástico compactado que acaba anualmente en los océanos.

cubo 12x12

 

La instalación acaba de tomar vida en contacto con el viento, éste los va moldeando y agitando, al introducirnos en las esculturas habitables podemos sentir el temblor en su superficie y la fuerza de sus ondulaciones. Sumergirse en el océano de nuestro propio consumo a través de estas tres esculturas delicadas e imponentes, que parecen vivas, nos ayudan a contemplar de forma precisa el mundo que nos rodea. Una marea de plástico que nos distrae a la vez que nos distancia poco a poco del paisaje que habitamos.

 

Inhabiting Plastic Oceans_1 (In Love We Trash Cape Town 2014)

Inhabiting Plastic Oceans_2 (In Love We Trash Cape Town 2014)

 

 

 

 

Luxo é Lixo (Lujo es Basura)

// Octubre 2014

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Exhibición en Estampa 2014. Matadero Madrid, junto a la Galería Moisés Pérez de Albéniz.

 

// Julio 2014

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Con motivo del III Encuentro de Rectores en Río de Janeiro, Fundación Banco Santander y Universia nos invitan a participar en la creación de una pieza de arte conjuntamente con universitarios brasileños.

El proyecto Luxo é Lixo (Lujo es Basura) es un homenaje a el poema visual «Lixo/Luxo» de Augusto de Campos de 1964.

Nuestra idea era reproducir la obra poética a escala urbana y a partir de basura. La bolsa de plástico, símbolo de consumo diario, objeto de desecho en minutos, fue el material de partida. Parte del mismo provino de los habitantes del barrio de Urca donde se encuentra la universidad UNIRIO, otra parte fue obtenida a través de cooperativas de catadores y otra aportada por los propios universitarios que participaban en el taller de construcción.

Durante 10 días alumnas de UNIRIO y FACHA colaboraron con nosotros en la creación de la pieza. Se han empleado más de 4.000 bolsas en la instalación, cuyas dimensiones finales son 7 metros de altura y unos 26 metros de largo. Trabajar con bolsas de plástico en una estructura tan grande fue todo un reto, ya que las bolsas son ligeras, y en Brasil especialmente finas, por lo que las hace más delicadas.

Luxo é lixo se enfrenta a la ciudad, a las montañas,  se contrapone a un modo de desarrollo, a un modo de hacer, visualizando y dialogando con todos esos contrastes, con todas esas contradicciones.

La obra se instaló en la Universidad UNIRIO y en la Playa de Urca, a los mismos pies del Pan de Azúcar.

 

 

 

 

Batumi y su cine al aire libre autoconstruido

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Batumi, Georgia, es una ciudad a orillas del mar Negro y destino estival en auge para los países vecinos (Rusia, Turquia, Azerbayan y Armenia).Las construcciones de ladrillo dejan paso al metal y al cristal y los dorados salpican fuentes, fachadas y esculturas. Una ciudad que  se encuentra en pleno desarrollo urbanístico al más puro estilo “sol y playa”.

Fuimos invitados por las curadoras Tamara Bokuchava y Nini Palavandishvil para participar en el Urban Art Festival “Art Active” 2014, primer festival de arte urbano de Georgia.

 

Con el obejtivo de recuperar materiales desechado y darles un nuevo uso asi como visibilizar que la basura es sólo «una etiqueta» que le ponemos a las cosas que ya no nos valen para lo que fueron concebidas. Estuvimos durante una semana trabajando con estudiantes georgianos en el Centro de Arte Contemporáneo de Batumi (41N 41E) recuperando neumáticos para la construcción de las butacas y plásticos de embalaje  para la creación de una pantalla hinchable. El resultado un cine autocontruido para las noches de verano. Como una pequeña bahia, un espacio en el paseo marítimo pero fuera de él, un lugar para que pasen cosas, otras cosas.

 

La pantalla está disponible en depósito en el Centro de Arte Contemporáneo de Batumi para ser usada por cualquier persona que lo desee.

Mientras que los sillones neumáticos han sido cedidos a la municipalidad de Batumi que los repartirá por colegios y parques de la ciudad.

 

 

 

Surrealismo Plástico – LUZ

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Vivir/soñar en bolsas de plástico. Hiperconsumo, basura y deseo.
Taller de creatividad “Surrealismo plástico” en la Fundación Antonio Gala, Córdoba.
21 – 22 de febrero 2014.

Taller de pensamiento y acción realizado a junto con los jóvenes residentes de la Fundación Antonio Gala en Córdoba. Con escritores, dibujantes, artistas visuales y músicos. Rompimos su cotidianidad creativa para adentrarnos en la materialidad mundana del plástico. Proceso colectivo de experimentación para intervenir nuestros cuerpos, nuestros espacios.

Intervención final LUZ, a partir de letras habitables en patio cordobés, en el Palacio de Viana.
En cada letra habitable sucedía una acción. En la letra L (poesía) podías entrar para que te escribieran poemas. En la letra U (música), escuchar música a partir de sonidos plásticos previamente registrados y en la letra Z (dibujo) escribir/dibujar dentro y sobre ella.

 

La sutileza como arma arrojadiza.
Partiremos de la sutileza del plástico para gritar preguntas.
Invisibilidades, transparencias, contornos, sonidos, reflejos, colores, espacios, vacíos, presiones, ansiedades, pasiones, soledades.
La bolsa de plástico como sutil símbolo del hiper consumo.
En Surrealismo plástico abordaremos la construcción de escenarios de ensoñación a partir de las cualidades materiales de las bolsas en su relación con nuestro cuerpo y con nuestro entorno, que reflexionen y pongan en crisis nuestra relación directa con la sociedad de consumo.

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Cualquier plástico dura más que un amor eterno

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Cualquier plástico dura más que un amor eterno, en cualquier cuento se deberían poder pedir deseos: convertir calabazas en carrozas o piedras en tartas de fresa y nata…o convertir plásticos desechados en un castillo de cristal en el que jugar.

IN LO<3 WE TRASH es un proyecto que quiere hacer visible el impacto social y ambiental de la dualidad Consumo / Deshechos. El objetivo es aumentar la conciencia sobre la producción de deshechos y proveer un mejor entendimiento del deshecho como recurso. Creemos que es esencial hacer visible aquello que está oculto o ignorado, como un primer paso hacia la conciencia social.
En el caso de In Lo<3 We Trash Gdansk el origen del material empleado fue doble, por un lado plásticos procedentes del montaje de la exposición anterior a la nuestra en el reciento Amberexpo, plásticos que cubrían moquetas, stands y demás enseres…. kilos de plásticos ya almacenados para ir al vertedero. Y por otro lado, plásticos y bolsas de la compra provenientes del vertedero de Szadolki.

El Łaźnia 2 centro para el arte y la educación situado en la zona de Nowy Port, nos acogió y nos cedió un espacio de trabajo que compartimos con voluntarios y estudiantes universitarios. Durante la primera semana se realizó el diseño, patronado, cortado y pegado de los infinitos plásticos que compondrían el inflable. La abstracción, el sonido del celo al cortarse y la precisión dominan los talleres, pero también la creatividad y la imaginación.

Una vez terminadas todas las piezas nos trasladamos al lugar de intervención, Amberexpo, centro de exposiciones en el que se celebrara el Festival Re:Miasto (Re-City) cuyo objetivo era presentar modelos para un nuevo sistema de gestión de residuos en Polonia, y hacer énfasis en la necesidad de reducir la producción de los mismos en la sociedad de consumo actual. El Festival mantenía la estructura de ciudad y nosotros disponíamos de 150m2 para realizar una intervención que aunara reutilización, creatividad y arte, pero integrando el aspecto urbano.

Trabajamos en la concepción y creación de un espacio de juego, de posibilidades, con rincones en los que estar y espacios en los que compartir, un Castillo de Cristal inflable, un espacio dentro de la ciudad, que se relaciona con ella a través de esa fragilidad plástica,  pero que al mismo tiempo nos distanciara de ella gracias a su membrana transparente. Entrar en un mundo paralelo donde nosotros somos los actores del mismo y en el cual el espacio es diseñado y usado en función de nuestros deseos, porque toda ciudad necesita un lugar en el que los deseos sean posibles.

 

Plastic Bang! Kok

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Según datos de la propia la Administración Metropolitana cada día se usan más de 600.000 bolsas de plástico en Bangkok (9 millones de habitantes). La mayoría de las cuales acaba convertida en un residuo en un tiempo aproximado de entre 12 y 20 minutos. Su eliminación anual cuesta más de 600 millones de baht (18,5 millones de dólares), según funcionarios municipales.

Plastic Bang! Kok utiliza la bolsa de plástico, inofensivo símbolo cotidiano de hiperconsumo, como singularidad infinitamente pequeña a partir de la cual explosionar y expandirse.

Materia prima única para la construcción de una intervención a escala urbana que nos acerque a la dualidad CONSUMO/BASURA y sus repercusiones sociales y medioambientales.

Sacar esta basura de debajo del fregadero y extenderla a escala urbana porque, casualidades de la vida, tiene escala urbana! ¿Cuántos campos de fútbol ocupan los vertederos que llenan las periferias metropolitanas?

Algunos monstruos se alimentan del miedo, los nuestros -como en una escena del viaje de Chihiro- crecieron según lo hacia el consumo de bolsas de plástico.

Para visibilizar el uso masivo y cotidiano de las mismas y tomar consciencia de las implicaciones que ello tiene construimos un Jardín de Monstruos hinchables, frágiles sí, tiernos también, pero con ese punto inquietante de las cosas que sabes que no deberían estar ahí.

Durante el proyecto trabajamos con dos fardos de 60 kilos llenos de bolsas procedentes directamente del vertedero. El perfil de las bolsas reflejaba los patrones de consumo de la ciudad 1/3 de las bolsas correspondía a bolsas de color provenientes de consumo en tiendas, 1/3 a bolsas blancas y transparentes provenientes de compras en supermercados y envoltorios plásticos y 1/3 a bolsas negras de basura. Dichos porcentajes y las características particulares de estas bolsas se reflejaron en el tamaño y apariencia de cada uno de los monstruos construidos.

Durante 4 días las lavamos, perfumamos, reparamos y repeinamos las bolsas. Dedicamos mucho tiempo a cuidar y recuperar un material, aprender a valorarlo y reutilizarlo, a quererlo y resucitarlo. La única manera que conocemos para poder dotar a las bolsas de una segunda vida y construir con ellas un entorno público llamativo y habitable.