Autobarrios SanCristobal

Autobarrios se puso en marcha en Enero de 2012 en el barrio madrileño de San Cristóbal de los Ángeles. Durante los doce primeros meses, el proyecto trabajó con agentes sociales y vecinales del barrio, sumándose a sus procesos existentes y convertiéndose en la excusa para consolidarlos. De los encuentros nació una plataforma integrada por diferentes asociaciones locales con los que se definió, Autobarrios SanCristobal, como un proceso colectivo de reactivación de un lugar abandonado, reinventando su función y uso, mediante la construcción de un espacio urbano sugerente por y para los jóvenes y vecinos del barrio .

Desde entonces, el proyecto ha seguido un proceso natural basado en la consolidación de los lazos de confianza entre los diferentes actores y en conectar, afianzar la red de recursos locales para poder nutrir, definir e ir haciendo posible la iniciativa.

A día de hoy, este proceso en red sigue desarrollándose y posibilitando la gestión y activación del espacio urbano que se terminó de construir en Mayo 2014, porque un espacio no culmina en la construcción física de un objeto diseñado sino que se desarrolla continuamente en una producción social y cultural.

Todas las imágenes del proyecto en el facebook de Autobarrios SanCristobal.

VÍDEOS DE LAS INTERVENCIONES

 

 

 

EL PROCESO

Estrategias de desarrollo urbano comunitario para dignificar y transformar un lugar abandonado del barrio en un espacio público útil que responde a las necesidades de los vecinos.

 esquema procesograma bis Dossier aB

FASE III (2013-2014) REVITALIZACIÓN Y CONSTRUCCIÓN

La fase constructiva formaliza el imaginario común del espacio: las intervenciones colectivas ejecutadas abarcan desde un escenario, un cine y zonas de estancia que han sido diseñadas de forma que puedan seguir siendo utilizadas mientras no estén cumpliendo la función para la que fueron creadas.

Autobarrios es un proyecto orgánico y contextualizado que evoluciona a tiempo real: en la fase constructiva, los recursos de los que se pudo disponer y que se pudieron reutilizar condicionaron el diseño del mobiliario, sus usos asociados y los tiempos de ejecución. Las intervenciones constructivas se plegaron así a las posibilidades y se plantearon y ejecutaron de forma independiente unas de otras.

> 1ª fase = Acondicionamiento

+ Pintura > revitalización de 1945 m2 de superficies: #sancrisdecolores Part I (Febrero 2013) y Part II (Mayo 2013) desarrollados con Boa Mistura. Colaboran Productos Diez y Torremovil de Layher.

+ Suelos > limpieza y adecuación de 2597 m2: #arreglandolapachamama (Septiembre 2013) con la colaboración del Departamento de Conservación y Renovación de Vías Públicas del Ayuntamiento de Madrid.

> 2ª fase = Construcción

+ Mobiliario urbano polivalente >  revitalización de la zona norte del espacio (1131 m2): #bricosancris Part II (Noviembre 2013) desarrollado con Collectif Etc. Colaboran el Institut Français de Madrid, Matadero Madrid, Acciona y Renault.

+ Mobiliario urbano polivalente > revitalización de la zona sur del espacio (726 m2): #bricosancris Part III (Abril 2014). Colaboran Matadero Madrid, Acciona y Renault.

+ Suelos > construcción de un camino resguardado de la lluvia en la zona noroeste del espacio: #bricosancris Part IV (Mayo 2014). Colaboran Bibliobuses Madrid, Acciona y Renault.

> 3ª fase = Acabados

+ Conexión Eléctrica / Conexión Wifi

+ Complementos (señalética, seguridad, limpieza)

FASE IV (2014) GESTIÓN Y ACTIVACIÓN

El espacio público se construye continuamente mediante una producción social y cultural que mantiene un lugar vivo y en constante evolución: en este contexto se inscribe la formación de jóvenes del barrio de San Cristóbal en la activación y gestión sostenible del espacio vecinal recuperado. Una capacitación técnica y cultural que permita dinamizar y consolidar procesos que ya están en marcha en el barrio y activar aquellos que no lo están, convirtiendo a los jóvenes en los gestores culturales de su propio espacio y en los facilitadores de la experiencia cultural como herramienta educativa.

El Curso de Gestión Cultural #culturabajopuente trabaja con los jóvenes desde Junio, la autonomía cultural, técnica y administrativa para facilitar experiencias culturales bajo el puente recuperado.

 

DESARROLLADO CON

Los jóvenes son los protagonistas de este proyecto y los constructores de un espacio público con el que se identifican, dibujado por ellos para el uso de todos.

> Sarah Fdez Deutsch: Formada en la Escuela Técnica de Arquitectura de Madrid. Especializada en Ciudades en Desarrollo por el Instituto Francés de Urbanismo Paris 8. Su experiencia en el sector urbano comienza hace 9 años trabajando en diferentes proyectos de desarrollo en contextos de exclusión urbana en asentamientos informales de Perú y Egipto. En 2008 trabaja en Perú la construcción con materiales naturales y realiza una beca de investigación de la Universidad Politécnica de Madrid sobre la revitalización de edificios infrautilizados en el Centro Histórico de Lima. Desde 2011 desarrolla y gestiona el proyecto Autobarrios -del que es fundadora junto al colectivo Basurama- especializado en apoyar iniciativas de desarrollo cultural comunitario mediante procesos colaborativos, educativos, artísticos y culturales como la iniciativa Autobarrios SanCristobal (Madrid). Trabaja actualmente entre Madrid y Bilbao de forma autónoma colaborando en red con profesionales de diferentes ámbitos para generar proyectos entorno a la autonomía cultural, la ciudadanía y la educación expandida.

> Red de colaboradores sociales y vecinales de San Cristóbal de los Ángeles: Asociaciones y colectivos locales que se aseguran de orientar y acompañar adecuadamente todo el proceso para integrar el proyecto dentro del tejido social del barrio.

Casa San Cristóbal-Fundación Montemadrid: centro abierto al barrio desde el que se ofrece una programación socioeducativa y cultural para todas las edades.

Educación Cultura y Solidaridad: asociación sin ánimo de lucro que, desde 1990, trabaja por la integración social en el barrio; ofrecen recursos socioeducativos y culturales a menores, jóvenes, adultos y familias del barrio.

Asociación de Vecinos La Unidad de San Cristóbal: creada en 1978 y declarada de utilidad pública en 1985, trabajan en la participación, impulso y gestión de diferentes planes para la mejora del barrio y la defensa de los intereses de los vecinos.

> Colaboradores externos: Colectivos reconocidos que colaboran desde sus especialidades dando asesoramiento y un compromiso de calidad técnica y creativa al proyecto.

Boa Mistura: colectivo de artistas que interviene principalmente en el espacio público a través del arte urbano, habiendo llevado a cabo proyectos en Sudáfrica, Noruega, Berlín o Sao Paulo.

Collectif Etc: colectivo de arquitectos franceses que construyen espacio público integrando la población local en el proceso creativo.

lacasinegra / Vermut / Nervio Films&Foto: colectivos artísticos dedicados a la creación, gestión, investigación, reflexión y producción cultural mediante prácticas cinematográficas y dispositivos audiovisuales.

Obsoletos: proyecto de investigación, creación y difusión de sistemas creativos de transformación de residuos tecnológicos.

> Red de colaboradores empresariales del Polígono de Villaverde: Empresas locales que colaboran a través de su implicación como profesionales especializados, cediendo herramientas o aportando materiales en stock o en desuso que puedan reutilizarse para dar forma al espacio.

 

ProductosDIEZ S.A.

LOGOS AUTOBARRIOS

Torremovil de Layher

logo autobarrios

Acciona

logo acciona

Renault

logo Renault

Bibliobus Comunidad de Madrid

logo Bibliobus Madrid

 

> Otros colaboradores:

Institut Français de Madrid

logo IFM

Intermediae Matadero Madrid.

logo Intermediae

 

FINANCIADO POR

Casa San Cristóbal y La Casa Encendida – Fundación Montemadrid

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Fundación Daniel y Nina Carasso (FDNC) 

logo FDNC

 

Agradecimientos

A Concha Lorenzana de Antígona Procesos Participativos por su enseñanza, su paciencia y el apoyo que nos ha brindado al proyecto.

A Manuel Basagoiti y a Adrián Masip Moriarty por transmitirnos su experiencia.

RUS La Paz – El Alto: Sombras Chiwiñas

Más fotos 

El Alto es la ciudad que rodea a La Paz. Está situada en el borde del altiplano boliviano, a 4100 metros de altura sobre el nivel del mar, lo cual le plantea unas condiciones de vida y climáticas extremas. Fusionada con ella, juntas son una aglomeración de más de 2,5 millones de ciudadanos que suponen la capital de facto de Bolivia. Conocida por su largo historial de ciudad muy movilizada políticamente, lo cierto es que se independizó de La Paz recién en 1986, y desde entonces no ha dejado de crecer. Ciudad migrante, construida a partir de la masiva migración del campo a la ciudad sobre todo desde los años 90, su vida diaria tiene rasgos de ciudad industrial y boyante económicamente que conviven con muchos rasgos de la vida rural que traen sus nuevos vecinos. Ciudad caótica y hecha a sí misma, sus espacios públicos sólo recientemente han pasado a estar consolidados, y muchas de sus calles a ser asfaltadas. Lo cierto es que esos espacios públicos presentan una serie de condiciones que los convierten en lugares que nadie utiliza: ni su forma y programa (unos bancos para sentarse, una cancha de fútbol sala, unos parterres de cesped con una valla de redondos de acero bastante pinchuda, unos juegos infantiles típicos, una zona para el mástil de la bandera), ni sus materiales de construcción (100% hormigón y acero), ni la baja calidad medioambiental de los mismos (sol abrasador durante el día, frío polar durante la noche), ni la presencia masiva de policias-robocop en ellas parecen responder a el uso que los Alteños hacen del espacio público: cualquier actividad imaginable tiene lugar en la calle, pero no en esas plazas duras, secas y frías.

En ese contexto, nos encontramos con la Comunidad de Saberes de la Red de la Diversidad, en concreto con su sede de El Alto, la Casa de las Culturas Wayna Tambo, quienes están trabajando sobre cómo el «buen vivir», filosofía indígena que parece sólo puede desarrollarse en el mundo rural, puede ser aplicado en las ciudades contemporáneas. Y nos pusimos a trabajar sobre ese concepto.

Sobre la posibilidad de un Buen Vivir para el espacio público contemporáneo

El Buen vivir (en aymara SUMA QAMAÑA) es la filosofía con la que los indígenas bolivianos (así como otros pueblos originarios de otras regiones del continente) denominan al conjunto de prácticas que les permite vivir en una relación equilibrada con el planeta y el medioambiente de manera comunitaria. En oposición a la concepción occidental de un “vivir mejor” que arrastra desmedidas demandas de consumo y despilfarro, se contrapone un vivir bien para toda la comunidad en un ciclo de crecimiento en equilibrio.

Esta concepción del Buen Vivir aymara apela directamente al concepto occidental de “sostenibilidad”: es necesario que nuestras sociedades aspiren a una buena calidad de vida sin necesidad de destruir y esquilmar sus recursos. En esta transposición el Buen Vivir asocia “ecologismo” y “comunidad”, y también está íntimamente ligada al concepto de “decrecimiento”, asociación fundamental también realizada por muchos teóricos del ecologismo occidentales. En resumen el Buen Vivir plantea de manera global una serie de cuestiones muy básicas de respeto a la naturaleza, apego a la tierra (la pachamama), los ciclos de crecimiento y de tiempo (circular en lugar de uno lineal) así como soluciones de salud naturales y colectivas, y la expresión de la colectividad a través de la feria como lugar de encuentro itinerante y la fiesta como momento de redistribución, por poner algunos ejemplos.

Es un término muy debatido hoy en día en distintos foros, por estar en las agendas políticas de los gobiernos de varios países andinos, por un lado, y por ser objeto de constantes reflexiones sobre su aplicabilidad en el siglo XXI, tanto dentro como fuera de esos países, en medio del contexto de cambio social que están experimentando, como sobre las condiciones socioeconómicas contemporáneas del resto de países del mundo desarrollado.

En definitiva, el Buen Vivir es un concepto que nos interesa sobremanera por el hecho de tener un lugar central en el debate sobre si puedo existir un “nuevo”, o al menos “otro”, tipo de desarrollo. Una cuestión que trabajamos en nuestras reflexiones constantemente, dentro de una larga investigación sobre la sostenibilidad y su auge en la primera década del siglo XXI, relacionando la basura generada a través del fomento del hiperconsumo con el desarrollo del primer mundo. El auge de las sociedades urbanas, y con ello de las ciudades (del que también forma parte Bolivia) las supone, las propone y las fomenta como un espacio exclusivamente “moderno”, en el que no pueden caber otras formas de vida, que produce un corte con el mundo rural y con los saberes que existen fuera de ella: un espacio de “desarrollo” entendido globalmente de una manera unívoca bastante simple, que conduce de manera inexorable a espacios depredadores del medioambiente.

El proyecto: Sombras – Chiwiñas

Tratando de utilizar la arquitectura, en este caso, como un elemento para pensar, decidimos plantear un prototipo de otro espacio público posible para la ciudad de El Alto, tal y como lo definió Santos Calleja, del Wayna Tambo, «una provocación».

Nos basamos en la reutilización de un espacio hermoso y querido por los vecinos: por él se pasea, se besa, se sienta, se descansa, se bebe… el rail de tren abandonado que se asoma a una vista increible desde el borde de la ciudad, a los pies del Faro Murillo. La Avda Panorámica esquina Calle #8 de Villa Dolores. Es un espacio que afronta cuatro grandes retos: su invasión por actividades privativas; el mercado de verduras al por mayor que viene por el Oeste y las tiendas de campaña que utlilizan las brujas (Yatiris en aymara) por el Este, su uso como lugar de desecho de residuos orgánicos, y su conversión en basurero general (escombrera, basura inorgánica) desde que se llenó de las montañas de piedras que sacaron de la calle para asfaltarla. Un espacio en proceso de convertirse en espacio basura y en pleno conflicto.

Decidimos operar en tres planos:

1 Utilización de nuevos materiales:

* Lonas publicitarias de gigantografías reutilizadas, cedidas por el Ministerio de Culturas y la empresa Graftec. Las gigantografías inundan El Alto y La Paz, especialmente en los últimos años.
* Las piedras presentes en el espacio, convertidas en basura al haber sido abandonadas.
*Apeos de Eucalipto, Callapos, icono clave de la más que potente industria constructiva local.
* Neumáticos
, material fundamental en una ciudad que se dedica al transporte, especialmente en el barrio de Villa Dolores, rodeaos por llanterías.

2 Planteando una forma de uso más abierta, más híbrida y más disponible, partiendo de las sombras que son el gran condensador social de esa ciudad excesivamente asoleada: chiwiña quiere decir espacio y lugar de encuentro en Aymara, y operando sobre el plano del suelo, más allá del mobiliario típicamente «urbano».

3 Planteando otra forma de hacer el proceso, basado en la reutilización y el trabajo comunitario, de base:

*Tratando de usar técnicas constructivas locales, con el objetivo de no plantear algo ajeno al lugar, *Negociando con los vecinos (la Junta Vecinal de Faro Murillo, la Alcaldía y la Subalcaldía, las yatiris, la comunidad del Wayna Tambo, etc.), reflexionando con ellos sobre el espacio, siendo ellos sus usuarios, propietarios y vigilantes
* Tratando de ofrecer un espacio repiclable por aquel que lo desee, de construcción manual y no industrial.
* Ofrecer un espacio basado en la reorganización de lo existente más que en una negación de aquello: Como sabemos, la basura, ordenada, deja de ser basura.

Pensamos la arquitectura con los estudios paceños Xioz y Pendiente45

Las sombras se realizaron calando los diseños de La Paz Stencil, generando Stencils de luz, siguiendo el esquema de diseño de los Aguayos

Para redondear la reflexión sobre consumo, ecología, y vida contemporánea urbana, invitamos a Aymar Ccopacatty, que vino desde Puno a construir un telar con el que tejer una sombra hecha de lonas y plásticos de todo tipo.

Lo construimos mediante un workshop de construcción colectiva en el que participaron: Nayra Rodríguez, Janet Villegas, Judith Rojas, Nona Martínez, LiQ Garnica, Raiza y Jocelyne, Ramiro, Elsa, Priscilla, Mayra Baldivieso, y con la participación especial del colectivo poliedros, verdes poliedros y muy especial de El Colectivo 2.

RUS Miami. Miami Trash Machine

El modelo urbano que define la forma y el crecimiento de la ciudad norteamericana está directamente relacionado con su modelo económico liberal. Miami es una ciudad extendida generosamente en el territorio de la península de Florida entre los pantanos del oeste y la costa atlántica. En 1785, Thomas Jefferson, uno de los principales fundadores de los Estados Unidos de América, estableció las bases del urbanismo americano al crear el sistema público de catastro del territorio de los EE. UU.

Miami, como la mayoría de las ciudades norteamericanas, ha crecido basada en este modelo territorial extensivo que tiende a la dispersión en lugar de a la concentración, tomando como estructura urbana una retícula ortogonal de una milla cuadrada. Este modelo, ideado con fines higienistas originalmente, ha terminado generando áreas urbanas de muy baja densidad, articuladas mediante abundantes infraestructuras de comunicación viaria. En esta ciudad dispersa, el coche privado se convierte en el elemento indispensable de comunicación, dificultando los trayectos a pie y complicando las redes de transporte público.

En este contexto, el automóvil se convierte en un auténtico médium en la relación de los ciudadanos con la ciudad, creando una burbuja alrededor del individuo y condicionando su experiencia del espacio público. Aparecen fenómenos de culto al coche como manifestación de la individualidad y se produce una mistificación del entorno privado. Esto se traduce en una falta de espacios colectivos, como plazas y parques, dificultando el contacto e intercambio entre diferentes sectores sociales.

Partiendo de un análisis de la planificación urbana de Miami se puso de manifiesto esta situación de colapso del espacio público y una ausencia casi total de tejido relacional en el contexto urbano, exceptuando casos puntuales como las playas y los paseos marítimos en Miami Beach.

Proyecto

Empleando como materia prima desechos de automóviles, se llevó a cabo una instalación de carácter itinerante, bautizada como Miami Trash Machine[1] –MTM–. Un objeto a modo de sound system[2] interactivo en el cual el público era el protagonista de un evento público de carácter lúdico e integrador. Un juego de luces, fuentes de sonido y sensores que colonizaba temporalmente distintos lugares de la ciudad generando parámetros de actividad y comunicación no reglada, a la vez que se planteaba la cuestión: ¿Es posible habitar el espacio público de Miami?

La intervención giró en torno a dos ejes temáticos: la situación de subordinación del espacio público frente al privado en Miami y la omnipresencia del coche en la ciudad como máximo exponente de la esfera de lo privado. Se puso a prueba la capacidad de activar espacios baldíos mediante un objeto de socialización subvirtiendo el uso del automóvil como bien de consumo para transformarlo en un bien de acción e intervención colectiva. Se llevó a cabo en colaboración con dos colectivos artísticos norteamericanos que trabajan en el ámbito de la electrónica y la interacción sonora: Viking Funeral –Carlos Escurra y Juan González– de Miami y Scrapyard Challenge –Katherine Moriwaki y Jonah Brucker-Cohen– de Nueva York.

Para la construcción del MTM se recopilaron restos de coches, viejos equipos de sonido y juguetes rotos procedentes de vertederos, desguaces –U-Pick–, mercadillos y tiendas de segunda mano de toda el área urbana de Miami. Todo este material se trasladó a The Loft Space, una gran nave en desuso ubicada entre los barrios de Wynwood y Design District, que sirvió de centro de operaciones durante las dos semanas de construcción del sound system y en la exposición posterior.

Como base para la construcción del MTM se utilizó la parte trasera de una furgoneta pick-up abandonada, encontrada por azar en una de las derivas en el barrio de Wynwood. Sobre ella se instalaron todos los componentes generadores de sonido y luces. La parte sonora del aparato, diseñada para ser un instrumento musical colectivo, estaba compuesto por una caja de ritmos[3], dos sintetizadores fotosensibles, dos teclados electrónicos y un sampler[4] accionado por pistolas de agua y construido con juguetes sonoros reutilizados. Sobre el remolque, el MTM era totalmente portátil y se desplazaba al lugar de la intervención, donde generaba sonido a partir de la interacción con las personas que acudían al lugar. La instalación fue ideada para ser manipulada e intervenida libremente por los potenciales usuarios.

Miami Trash Machine realizó intervenciones en cuatro localizaciones de la ciudad bien diferentes entre sí. La primera tuvo lugar en un solar usado como parking frente al Churchill´s Pub[5] a la salida de un concierto nocturno. La segunda se realizó en el Karma Car Wash[6], lavadero de coches y restaurante de comida orgánica. La tercera acción tuvo lugar en el patio de la escuela Edison Park en el distrito de Little Haiti y la acción final se realizó en Jimbo´s[7], un local situado en el parque natural en Virginia Key junto a la depuradora de agua de la ciudad. Los cuatro lugares estaban próximos a un foco de actividad con el objetivo de generar sinergias y ofrecer nuevas posibilidades de uso en espacios normalmente dedicados al automóvil. Las intervenciones del MTM tuvieron un impacto en públicos muy diferentes y aun así todos estos interactuaron con el sound system de manera activa. Las reacciones eran totalmente insospechadas y particulares en cada lugar, dependiendo de los agentes que se involucraban: la parroquia nocturna de Churchill´s, los escolares del barrio haitiano, los clientes del autolavado y los hippies que merodeaban por Jimbo´s en Virginia Key.

RUS Miami Mapa

Durante dos semanas, el MTM permaneció expuesto en The Loft Space junto con documentación de las acciones en vídeo y otros formatos sobre los ejes temáticos del proyecto, así como varias instalaciones interactivas que complementaban al sound system y abundante información sobre el urbanismo en Miami.

[1]. Miami Trash Machine –Máquina de la Basura de Miami–. Guiño a ‘Miami Sound Machine’, nombre de la banda de la artista cubana afincada en Miami, Gloria Stefan.

[2]. Conjunto de dj´s con equipos de música portátiles que se popularizaron en Kingston, Jamaica, desde los años 50, convirtiéndose en una pieza importantísima de la cultura popular en la isla.

[3]. Funcionando con el software Beat Machine Amateur –Kapslowy sekwencer muzyczny–, desarrollado por Marcin Walesa, Krzysztof Wojtas y Jan Mazurczak.

[4]. Reproductor de sonidos pregrabados.

[5]. Conocida sala de conciertos de la ciudad situada en el 5501 de la Northeast 2nd Avenue, en el distrito de Little Haiti.

[6]. Karma Car Wash. 7010 de Biscayne Boulevard.

[7]. Jimbo´s es un lugar bien conocido en Miami por haber sido localización en series como Flipper y por reunir cada día a un heterogéneo grupo humano en un ambiente situado en el límite entre una chatarrería, un club social ilegal y una choza en el pantano.

Más vídeos

 

 

Publique a Cidade

Cuatro años después del proyecto BrasMadrid, Basurama vuelve al espacio público de São Paulo con un proyecto de intervención y mejora de la calidad de vida en la ciudad.

Nos encontramos en extremo oeste de la avenida Paulista, en el cruce con Consolação y Rebouças. La plaza Marechal Cordeiro de Farias, situada en todo el meollo, es una plaza atravesada por un intenso tráfico. El espacio, consagrado al automóvil, sólo deja para el peatón algunos espacios residuales. En este contexto, el espacio resultante adolece de los problemas clásicos de la megaurbe paulista: abuso del automóvil, abandono de las zonas peatonales y ajardinadas, falta de uso y percepción de falta de seguridad.

Basurama propone un proceso de publicación de nuestro imaginario sobre la plaza en la plaza. Antes de intervenir, nos reunimos para hacer públicos nuestros conflictos y nuestros deseos en relación al espacio urbano. El espacio público es la manifestación de esos conflictos y el lugar donde se producen esos sueños comunes.

Pensamos que los habitantes de la ciudad debemos de usar su espacio público como manera de mejorarlo, y mejorar nuestra calidad de vida en la ciudad. El espacio público no es sólo la víctima de nuestro modo de vida urbano, sino el síntoma de los fallos de ese modo de vida.

A través del blog de Publique a Cidade, se puede seguir el proceso y otras informaciones relacionadas con proyectos que tienen como protagonista el espacio público.

BrasMadrid Transformación Urbana

Más fotos.

En 2007, basurama colabora con el estudio brasieño Darquia en un proyecto de intervención urbana en la ciudad de Sao Paulo. El barrio de Mooca, que es historicamente el lugar de llegada de la inmigración a la ciudad, mantiene hoy una diversidad multinacional y una heterogéna actividad productiva.
La Plaza de Benemérito José Brás se situa en un punto neurálgico del barrio, conectada por tren y metro a toda la ciudad, y muy cerca del Memorial del Inmigrante, símbolo de la inmigración a la ciudad.

El proyecto consiste en una estrategia colaborativa de intervención en el espacio público, realizada junto con la Comunidad de Mooca, asociaciones y vecinos, con el objetivo de activar su uso mediante varias intervenciones, mejorando de esta manera la calidad del ambiente urbano mediante un uso más complejo.
Todas las intervenciones realizadas tienen diferentes formatos pero características comunes: construcción de mobiliario, mejora de la vegetación, intervenciones gráficas de arte público, instalación de areas de juego para niños. Todas ellas están basadas en la colaboración con la red local de colectivos, artistas y activistas de Sao Paulo y todas se basan en el aprovechamiento de los recursos locales disponibles de menor coste: los residuos del barrio y de la ciudad.

El proyecto comenzó con una búsqueda de esos recusos en los alrededores de la Plaza de Bras, entre los desechos de las industrias de fabricación de calzados, de ropa y de objetos de goma. A escala de barrio, recopilamos materiales de la calle, de puntos limpios y desguaces. A nivel urbano, localizamos otras fuentes de aprovisionamiento de materiales muy útiles para el proceso, como almacenes de reciclaje de neumáticos.

 

Actividades:

Arborización y mejora de la vegetación existente de la Plaza de Brás

Construcción de mobiliario con neumáticos reutilizados y residuos de la zona

Creación de espacios de juego infantiles

Intervenciones gráficas en la plaza. Muro JAMAC y Muro Colectivo (Jey, Guid, Vermelho, Alto Contraste, Paulo Ito, Chivitz, Miau).

El mapa colaborativo ‘Transformação Urbana’, recoge las intervenciones realizadas en referencia geográfica.

 

 

 

 

 

RUS Jordania. Campo de Refugiados de Suf

Proyecto de recuperación del espacio público realizado en el campamento de refugiados de Suf en Jerash. Durante una semana trabajamos con la comunidad local de refugiados palestinos para construir un área de juegos para niños y una zona de sombra en el Centro de Mujeres del campo.

 

RUS Lima, autoparque de diversiones público

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El contexto

A lo largo del siglo XX el modelo urbano se ha caracterizado por una presencia progresiva y masiva del uso del automóvil. Ciudades extensivas cuyo objetivo final es proporcionar la máxima movilidad para los vehículos rodados, dejando en un segundo plano al peatón, incluso en el centro de las ciudades. Lima no es una excepción. Un planteamiento urbano desbordado por la realidad, un crecimiento informal indiscriminado y una red de transporte público inexistente, suplido (y autorizado) por un transporte informal masivo (más de 500 líneas) han acentuado estas características, en las que el peatón es un elemento secundario y el espacio público se encuentra en proceso de abandono y degradación.

El proyecto RUS Lima está centrado en la recuperación de uno de los espacios más originales e insólitos de la ciudad: el tren eléctrico elevado, a su paso por el distrito de Surquillo.

Esta estructura es probablemente el residuo urbano más sorprendente de la ciudad; por su forma y presencia urbana, -una gran plataforma elevada de hormigón de 9 metros de ancho y varios kilómetros de largo sin posibilidad de acceso-pero también por su carácter icónico en el imaginario colectivo limeño. Las esperas de acero que sobresalen en los pilares apuntando al cielo son una especie de institucionalización del paisaje común en toda la ciudad, esperando eternamente “seguir creciendo”, símbolo del progreso constante…y la parálisis política.

Existe mucha polémica y controversia entorno a esta infraestructura y a su construcción: la línea 1 comenzó a construirse abruptamente en los años ochenta, durante el primer mandato del actual presidente Alan García , como parte de una supuesta (e improbable) solución global a los problemas de transporte de Lima, llamado «el Metropolitano», pero promesa tras promesa electoral de los diferentes gobiernos establecidos, nunca ha sido concluido, ni totalmente abandonado.

A parte de la necesidad de una reflexión pertinente sobre el transporte público en una extensa ciudad de 9 millones de habitantes, esta infraestructura desatendida demanda una perspectiva alternativa sobre su uso: para nosotros es claramente en un espacio público en potencia -paseo público o parque lineal elevado-, negado a una ciudad donde caminar a ras de suelo supone ser atropellado, ensordecido o al menos contaminado por los carros que la tienen tomada.

El proyecto: Autoparque de diversiones público

El proyecto RUS en Lima tomó forma a través de la reutilización de la vía del tren eléctrico actualmente abandonada.

Siguiendo la estructura básica de los proyectos RUS invitamos a la comunidad y a diversos artistas locales a activar ese espacio proponiendo una serie de atracciones y juegos, así como otro tipo de intervenciones de imaginario colectivo, que convirtieran la infraestructura del tren en un lugar lúdico y atractivo para todo tipo de usuarios. El resultado fue una clara acción de celebración del espacio público y una reflexión: un pequeño Parque de Atracciones.

En el proceso se propuso la participación activa de los diferentes actores del barrio. Tomando de partida los pocos recursos de la zona se acabó realizando toda la autoconstrucción con materiales reutilizados. En este caso fueron principalmente piezas de coche y neumáticos como forma de refexión paradójica al respecto del transporte público y privado.

 La Exposición

El 5 de febrero al de marzo de 2010 se inauguró la exposición del proyecto RUS Lima en el Centro cultural de España en Lima. La exposición recogía una recopilación de los proyectos realizados por Basurama en latinoamérica dentro del marco de los Residuos Sólidos Urbanos con una especial atención al proyecto de Lima.

Paralelamente a la exposición de este proyecto se analizaban a través de textos, vídeos e imágenes, problemáticas urbanas de la ciudad centradas en la gestión de residuos y las carencias del espacio público.

 

 

 

Nuevas formas de habitar la ciudad

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Basurama celebra el 50 aniversario de la ciudad de Brasilia con unos talleres en los que se trabaja sobre la relación entre la ciudad ideal y la ciudad informal, entre el Plano Piloto y las ciudades satélites surgidas a su alrededor.

Con la participación de jóvenes de tres comunidades periféricas*, Arapoangas, Itapua e Estrutural, realizamos por triplicado un taller de creación de la identidad urbana. Reutilizamos la iconografía de la icónica arquitectura del Plano Piloto diseñado en 1960 por Lucio Costa, para jugar con la falta de símbolos en los asentamientos informales. Imprimiendo sobre carteles de bienvenida con rodillos y plantillas, publicamos una serie en cada una de las ciudades que, al final del taller, pegamos en la ciudad, comenzando la transformación del espacio urbano.

*con una doble condición periférica -asentamientos informales en la periferia de las ciudades periféricas de Brasilia.