21 | Manifiesto por Luis Vázquez Pinteño Memoria explicativa Memória técnica
Manifiesto Nosotros, los abajo firmantes, somos diseñadores gráficos, directores de arte y comunicadores visuales que han crecido en un mundo donde las técnicas y los aparatos publicitarios nos han sido persistentemente presentados como la forma más lucrativa, efectiva y deseable a la cual dedicar nuestros talentos. Muchos profesores y mentores del diseño fomentan esta creencia; el mercado lo recompensa; un sinfín de libros y publicaciones la fortalecen. Estimulados en esta dirección los diseñadores destinan su destreza e imaginación a vender galletas para perros, cafés de diseño, diamantes, detergentes, champús, cigarrillos, tarjetas de credito, zapatillas de deporte, papel higiénico, cerveza sin alcohol y coches todoterreno. El trabajo comercial siempre ha pagado las facturas, pero muchos diseñadores gráficos han permitido, en gran medida, que esto se convierta en lo que ‘hacen los diseñadores’. Como consecuencia la sociedad percibe al diseño de esta manera. El tiempo y la energía del oficio se consume fabricando demanda para cosas que, cuando más, son innecesarias. Muchos de nosotros nos sentimos cada vez más incómodos con este enfoque del diseño. Los diseñadores que principalmente se dedican a la publicidad, al marketing y al fomento de la imagen de marca están creando, e implícitamente aprobando, un entorno mental tan saturado de mensajes comerciales que está cambiando la forma intrínsica de hablar, pensar, sentir, responder e interactuar del ciudadano-consumidor. En cierto modo todos nosotros estamos ayudando a redactar un código de discurso público degradado e inmensurablemente pernicioso. Existen necesidades más nobles a las cuales podemos dar solución mediante nuestra profesión. Crisis medio–ambientales, sociales y culturales sin precedentes demandan nuestra atención. Numerosas intervenciones culturales, campañas de marketing social, libros, revistas, exhibiciones, herramientas educativas, programas televisivos, películas, causas benéficas así como otros proyectos informativos necesitan urgentemente de nuestra ayuda y experiencia. Proponemos invertir las prioridades en favor de unas formas de comunicación más útiles, duraderas y democráticas—un cambio de mentalidad que huya del marketing enfocado al producto y que se encamine hacia la exploración y la producción de un nuevo significado. El campo de acción está menguando; debe de expandirse. El consumismo está desbocado; ha de ser desafiado por otras perspectivas expresadas, en parte, a través de los recursos lingüísticos y visuales del diseño. Este llamamiento fue firmado originalmente en 1964 por 22 comunicadores visuales con el fin de que nuestras habilidades se prestaran a causas nobles. Con el explosivo crecimiento global de la cultura comercial, su mensaje sólo se hace más urgente. Hoy, nosotros renovamos su manifiesto con la esperanza de que no pasen más décadas sin que éste no sea aceptado y llevado a cabo de corazón.
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