RUS Quito II. La construcción física.
La segunda semana del proyecto RUS Quito la dedicamos a intervenir físicamente el espacio público del Centro Cultural Pacha Callari. Fue la semana de la construcción material. Después, la última semana, se trabajó en la dinamización del espacio: la construcción relacional (la contaremos en otro capítulo).
Trabajar en colaboración con otros nos ha aportado mucho a lo largo de todos estos años. En este caso, trabajar con los arquitectos Alborde (David, Esteban y Pascual) ha sido especialmente instructivo en el proceso creativo. Hemos convivido unos días en su estudio (comiendo y cocinando en su cocina) y el resto hemos estado trabajando mano a mano en el espacio con la ayuda de mayores y pequeños de la comunidad. Trabajar con Tranvía Cero nos ha proporcionado muchas claves de organización y relación con la comunidad, además de alegría y mucho afecto.
La idea básica de la intervención era generar espacios de socialización en el límite del supuesto espacio público del Centro Cultural. Intervenir en un pequeño residuo sólido urbano: la valla (malla en latinoamérica). Si resultó inviable eliminar la valla por deseo de la comunidad (razones de seguridad y comodidad), las utilizamos como soporte para generar sombras y bancos. Si no puedes con el enemigo únete a él. Además así se generaba un graderío que necesitaban, pero un graderío circular frente al clasic unidireccional (el círculo está muy presente en su identidad y la danza se realiza en círculo).
Para ello se trabajó con lona reutilizada y con las maderas conseguidas en las empresas. Las lonas se cortaron linealmente en tiras y se han retorcido y estirado hasta formar tensores con capacidad de soportar una tensión importante. Estas cuerdas son el elemento estructural que define y soluciona todo el proyecto (soporta las cubieras y los bancos). Se han construido dos cubiertas autoportantes (para la sombra y para la lluvia, con sistema de desague) formando una estructura tridimensional que se equilibra a sí misma.
Se diseñaron in situ las posibilidades de ejecución, produciendo una experimentación del material a la vez que construíamos. Durante el proceso de construcción y experimentación se convivió y se trabajo en grupo, compartiendo juntos la comida y el buen humor. Ha sido un proyecto de proceso que se ha ido escalando a las posibilidades.
Las herramientas utilizadas más sofisticadas han sido una sierra de calar, un taladro y una grapadora. El cúter la más utilizada, y los nudos se han erigido como el detalle construvio esencial del proyecto. Detalles que hubieran sido imposibles dibujar y diseñar previamente en Autocad.
Es sin duda el proyecto más low-tec de Basurama. Ni bridas ni cables de acero. Y todo gracias a los Alborde. Nosotros hemos aprendido mucho de ellos, como en toda colaboración directa. No estamos tan seguros si al revés también se ha producido ese intercambio. ¡Esperamos que sí! Igualmente con el intercambio que se ha producido con la comunidad. En el próximo post contamos las actividades generadas y la apropapiación del espacio por ellos.