Casi todo lo que compras, lo tiras

Investigación
Barcelona, Madrid, Sevilla,Logroño. España.
2008

En la sociedad de producción en la que se mueve la economía actual el sistema tiene que producir sin parar para no detener la máquina, basándose exclusivamente en criterios de rentabilidad económica y sin atender a criterios de utilidad. Para ello se deben fabricar no-cosas: objetos vacíos o con muy poco contenido, de modo que el proceso de desecharlas sea más fácil y puedan dejar paso al siguiente objeto inútil. De ahí la proliferación masiva de los famosos objetos de usar y tirar, o incluso aquellos que directamente han nacido para morir. Para que la producción de objetos nuevos tenga sentido y puedan presentarse los nuevos bienes como “necesarios”, primero hay que desechar los que ya no tienen utilidad. Podría decirse que en realidad el proceso de la basura comienza con la producción del nuevo objeto fabricado para reemplazar al “viejo”.

La respuesta que nos da la industria a este problema de producción y desecho constante es el reciclaje. Se nos hace creer que los materiales desechados son reincorporados a la cadena productiva sin coste alguno, casi de un modo mágico. El ciudadano medio ha perdido la conexión con sus propios residuos; piensa que el cumplimiento de unos sencillos protocolos de separación de su basura acaban con el problema. La realidad es que el reciclaje es un proceso industrial más que requiere un importante gasto de energía. Sin olvidar que no todo lo que desechamos es susceptible de ser reciclado y acaba en algún vertedero alejado de nuestra vista.

El objetivo del proyecto Casi todo lo que compras lo tiras es ahondar en la conciencia de que todo acto de consumo que realizamos conlleva una consecuencia —casi siempre a muy corto plazo— y que, por su parte, los consumidores deben presionar a los productores para que reduzcan su producción de residuos.

El problema del exceso de consumo es un tema muy amplio que ya ha sido tratado de un modo extenso y riguroso por diversas publicaciones y guías de consumo responsable, por lo que el proyecto Casi todo lo que compras lo tiras optó por centrarse en la reflexión al respecto de la cantidad de productos con poca o nula vida útil; todos los objetos que compramos y desechamos directamente, todos esos objetos nacidos para morir que no deben ser producidos, dado que su función es puramente la del crecimiento de la economía y del “desarrollo” tal y como lo entendemos hoy.

Casi todo lo que compras lo tiras se materializó en diversas acciones y proyectos que sucedieron entre septiembre y diciembre de 2008:

Taller y publicación entupunto

Vídeo y spot publicitario Casi todo lo que compras lo tiras


Metamerchandaising

En la sociedad de producción en la que se mueve la economía actual, el sistema tiene que producir sin parar para no detener la máquina, basándose exclusivamente en criterios de rentabilidad económica, sin atender a criterios de utilidad. Para ello se deben fabricar no-cosas: objetos vacíos o con muy poco contenido, de modo que el proceso de desecharlas sea más fácil, y puedan dejar paso al siguiente objeto inútil. De ahí la proliferación masiva de los famosos objetos de usar y tirar, o incluso aquellos que, directamente, han nacido para morir. Para que la producción de objetos nuevos tenga sentido y puedan presentarse los nuevos bienes como “necesarios”, primero hay que desechar los que ya no tienen utilidad. Podría decirse que, en realidad, el proceso de la basura comienza con la producción del nuevo objeto fabricado para reemplazar al “viejo”.

La respuesta que nos da la industria a este problema de producción y desecho constante es el reciclaje. Se nos hace creer que los materiales desechados son reincorporados a la cadena productiva sin coste alguno, casi de un modo mágico. El ciudadano medio ha perdido la conexión con sus propios residuos; piensa que el cumplimiento de unos sencillos protocolos de separación de su basura acaban con el problema. La realidad es que el reciclaje es un proceso industrial más que requiere un importante gasto de energía. Sin olvidar que no todo lo que desechamos es susceptible de ser reciclado y acaba en algún vertedero alejado de nuestra vista.

El objetivo del proyecto «Casi todo lo que compras lo tiras» es ahondar en la conciencia de que todo acto de consumo que realizamos conlleva una consecuencia, casi siempre a muy corto plazo, y que, por su parte, los consumidores deben presionar a los productores para que reduzcan su producción de residuos.

El problema del exceso de consumo es un tema muy amplio que ya ha sido tratado de un modo extenso y riguroso por diversas publicaciones y guías de consumo responsable, por lo que el proyecto Casi todo lo que compras lo tiras optó por centrarse en la reflexión al respecto de la cantidad de productos con poca o nula vida útil; todos los objetos que compramos y desechamos directamente, todos esos objetos nacidos para morir que no deben ser producidos, dado que su función es puramente la del crecimiento de la economía y del “desarrollo” tal y como lo entendemos hoy.

Casi todo lo que compras lo tiras se materializó en diversas acciones y proyectos que sucedieron entre septiembre y diciembre de 2008:

Instalación Basura³.

Taller y publicación entupunto.

Proyecto Publicidad de mierda.

Video y spot publicitario Casi todo lo que compras lo tiras.

Metamerchandaising.

Publicidad de mierda

Instalación Basura³