Scion

Scion es el comienzo de una investigación sobre las formas de producción de las especies vegetales con las que cohabitamos en nuestros entornos más íntimos, en nuestras casas, pero también sobre las formas de cuidado, de intercambio, de relación…que unen y nos unen a las humanas cuidadoras con nuestras plantas. Potenciar esas relaciones multiespecie que nos pasan desapercibidas podrían ser los pilares de un cambio de paradigma relacional en la ciudad.

La investigación se ha desarrollado conjuntamente con estudiantes del Departamento de Cultura Visual de la Universidad Técnica de Viena durante el seminario Plantare (PLANT + cARE) y otros ciudadanos de Viena. El resultado y los trabajos de las y los estudiantes puede verse en esta revista editada expresamente para acompañar la instalación.

Scion forma parte de la exposición colectiva Bordering Plants comisariada por Carmen Lael Hines , Roberto Majano y Adam Hudec para la Gallery of the Vienna Academy of Fine Arts y con diseño expositivo de Bilal Alame y Joanna Zabielska.

Boardering Plants considerará, a través de trabajos transdisciplinarios críticos, cómo las plantas interrogan, afirman o cuestionan las nociones de frontera. Interpretando las fronteras no como una entidad estancada, sino, citando a Brett Neilson y Sandro Mezzadra, como una ‘metodología’ y un ‘punto de vista epistémico’ para pensar sobre las ‘relaciones moldeadas’ y ‘reformuladas’, (…) de tensión y conflicto, partición y conexión, atravesamiento y barricada, vida y muerte.» La frontera se convierte así no en un hecho, sino en una perspectiva metodológica que sugiere algo binario, en varias escalas.

Todas nuestras relaciones con las plantas deberían ser relaciones simbióticas, de colaboración, pues nuestra supervivencia depende de la suya y ese vínculo, a veces invisible, es sobre el que reflexiona Scion. El proyecto es una investigación sobre las formas de producción de las especies vegetales con las que cohabitamos en nuestros entornos más íntimos, en nuestras casas, pero también sobre las formas de cuidado, de intercambio, de relación, que unen y nos unen a las humanas cuidadoras con sus plantas.

El proyecto pretende investigar y analizar los sistemas de producción de especies vegetales de interior o de venta al público, entender su modo de producción,tiempos, formas, técnicas …etc así como la posterior distribución. Comprender los sistemas de producción y consumo, hacer visible lo invisible, tomar conciencia de las implicaciones globales de los actos de consumo cotidianos. Contraponer estas plantas que generalmente provienen de grandes invernaderos. Estos lugares como fábricas productoras, espacios de replicación en cadena de seres vivos vegetales. En los invernadero actualmente no siembran sino que replican especies a partir de técnicas agrícolas como el esqueje, ello implica que prácticamente la totalidad de plantas vendidas son idénticas genéticamente (clones), y que por tanto la mayor parte de la población de un lugar concreto puede estar cuidando exactamente la misma planta. Seres humanos unidos a través del cuidado de la misma especie vegetal, vínculos invisibles de relación que el proyecto pretende visualizar para potenciar esas relaciones multiespecie que nos pasan desapercibidas pero que podrían ser los pilares de un cambio de paradigma relacional en la ciudad.

MADE IN. Exposición colectiva: Fabular un Mundo Diferente.

Fabular un mundo diferente (comisariada por Blanca de la Torre) plantea que la crisis climática nos ha situado en un punto de inflexión en que las viejas narrativas heredadas de un paradigma cartesiano nos obligan a repensar los relatos detrás de un sistema hegemónico ecocida que se ha revelado como insostenible.

Alineando la propuesta expositiva y las obras que en ella se recogen con esa tónica propositiva, donde el elemento de crítica sirva para repensar el planeta desde la ecodependencia que nos encamine a la
construcción de alternativas diferentes y, en definitiva, a un lugar mejor. Dentro de este marco Basurama propone MADE IN como ejercicio de reflexión personal pero enmarcado a escala mundial, representado por un mapa con proyección de Fuller, Dymaxion, que nos separa de la dicotomía norte-sur y nos sitúa en el imaginario de otros futuros posibles. El mapa está construido con cajas de cartón reutilizadas -con su memoria, su origen, su diseño, sus marcas-, símbolo por antonomasia del transporte a escala mundial y referente fundamental para entender el entramado del sistema de comercio mundial. El agregado de la participación de los asistentes a la exposición permitirá dibujar patrones que identifiquen los focos industriales de producción a escala mundial, así como visualizar nuestro consumo individual.

Estableceremos relaciones entre lo local y lo global, primer paso para la toma de conciencia de la interrelación de nuestros modelos sociales y los impactos ambientales.

IN SERERE. Real Academia de España en Roma.

In Serere es un proyecto de investigación, creación y mediación artística que utiliza la técnica del injerto como práctica performativa de cuidado. El objetivo es emplear esta técnica agrícola para generar vínculos relacionales entre los huertos urbanos comunitarios de la ciudad de Roma. La creación de simbiosis conscientes, basadas en el cuidado, que favorezcan la transición de una ciudad antropocéntrica a una más agropolitana. Integrar formas de productividad alternativa, favoreciendo el intercambio de conocimientos y el avance a nuevos modelos de sostenibilidad. El proyecto trabaja con árboles de cítricos, no sólo por la estrecha relación que España e Italia tienen en el cultivo de los mismos, sino para recuperar la idea de las «quimeras cítricas», muy conocidas en la época de los Médici, nuevas variedades que se producían bien por mutación espontánea o por hibridación y que se conservaban y cuidaban como verdaderos tesoros. Recuperar las quimeras como metáfora sobre la necesidad de preservar la diversidad genética vegetal. Pues lo híbrido, lo mutante, lo diverso permiten especular sobre posibles futuros al mismo tiempo que sirven como mecanismo de reflexión contra la homogeneidad imperante en nuestras ciudades hoy en día y como contrario al modelo de consumo y sociedad neoliberal dominante. In Serere quiere proponer imaginarios de colaboración interespecífica que nos alejen del ciudadano-consumidor y caminen hacia un ciudadano-productor-creador-cuidador. Visibilizar y colaborar con movimientos ciudadanos que ayudan a imaginar futuros mejores.

El proceso del proyecto se ha dividido en varias fases que se han desarrollado de forma más o menos paralela y entrelazada:

INVESTIGACIÓN

Sobre los cítricos, sus variedades, las especies italianas, sus métodos de cultivo, su historia, su relación con las prácticas culturales y tradicionales ….etc Pero también sobre la posibilidad del injerto como herramienta relacional, como “objeto frontera” que diría Susan Leigh, para generar relaciones de cooperación y cuidado entre especies humanas y no humanas. Visibilizar y apoyar la necesidad de poner en valor el cuidado como una nueva forma de ver y construir las relaciones entre el entorno urbanizado, la “naturaleza” y los humanos, de modo que nos permita enfatiza los procesos y las relaciones complejas que entre ellas se dan y que se extienden hacia atrás y hacia adelante en el tiempo.

COMUNIDAD Y ACCIÓN

Identificación de los huertos que formarían parte del proyecto, siendo estos uno de los ejemplos más innovadores e interesantes de gobernanza de los bienes comunes urbanos. Uno de los principales objetivos era generar redes y relaciones entre los huertos, pero también entre ellos y los agentes de otros ámbitos que se relacionan con el proyecto. El intercambio de saberes, opiniones, experiencias y visiones es fundamental para generar diálogos pero también para crear imaginarios. Es en estas conversaciones diversas, mixtas, extrañas, donde se empiezan a construir y vislumbrar las posibilidades de otros futuros, donde los destellos utópicos aparecen y donde la imaginación empieza a construir sobre las ruinas.
Hemos inventado el término “ortista” para designar a los colaboradores del proyecto, trabajadores del huerto (orto en italiano) pero también artistas; por un lado encargados de llevar a cabo parte de la ejecución del proyecto y por otro de mantenerlo a largo plazo. Generar relaciones personales, pero también relaciones de cuidado interespecies con las que empezar a pensar en posibles diseños de ciudad que integren las especies no humanas que nos rodean.

CUIDADOS

Una última fase de injerto, seguimiento, cuidado y consolidación de red que se desarrollará a futuro con el objetivo de mantener la continuidad y poder descubrir qué quimeras aparecen en los próximos años de estas relaciones.

GENERACIÓN DE RED

Asimismo y de manera paralela a todas las fases se ha ido construyendo una red de personas, generado una red relacional: identificando posibles colaboradores, protagonistas activos, asesores, conversadores, agentes inspiradores…

link al mapa relacional

Derivas Invisibles

Derivas Invisibles propone una reflexión sobre la enorme cantidad de residuos plásticos presentes en nuestros ecosistemas marinos, cada vez más contaminados especialmente por redes y elementos utilizados en la industria pesquera.

Según estudios de contaminación marina realizados en el año 2018, alrededor del 85% de los residuos encontrados en el océano en todo el mundo están constituidos por redes o artes pesqueras perdidas o deliberadamente abandonadas. En la Gran Isla de Basura del Pacífico, la presencia de elementos procedentes del sector pesquero se estima en un 46% del total de 79 miles de toneladas de plástico. Estas redes abandonadas, también conocidas como redes fantasma, no solo contaminan el fondo marino sino que son responsables de enredar y asfixiar a peces, tiburones, delfines, tortugas marinas, pulpos, ballenas, focas e incluso aves. A pesar de la extendida creencia de que la contaminación marina está constituida en su mayoría por plásticos de un solo uso como botellas de plástico, bolsas o pajitas, la presencia de estas redes fantasma es mucho mayor.

Inspirado en las tradicionales nasas utilizadas por los pescadores para atrapar cangrejos o langostas, proponemos una instalación artística a escala urbana para reflexionar sobre esta realidad. Para la instalación se ha usado una red de pesca real, recuperada y reutilizada para construir un elemento de pesca urbano, un residuo en sí mismo que ha llegado directo desde el océano, una red potencialmente peligrosa como red fantasma.

Derivas invisibles es una instalación de arte para el Museu de Arte, Arquitectura e Tecnologia de Lisboa y que inauguramos el pasado 25 de junio con motivo de la celebración de la Conferencia sobre los Océanos de las Naciones Unidas que tuvo lugar en esta misma ciudad.

Muchas gracias al MAAT y todo el equipo por la invitación y el acompañamiento.
Con el apoyo de la Embajada de España en Portugal.

Fotografías por Bruno Lopes.

Laboratorio de Transferencia de Memoria

Proyecto.

La ontología define objeto como un individuo sustancial dotado con todas sus propiedades sustanciales, en particular la propiedad de cambiar.

Efectivamente, a través del uso de los objetos se produce un cambio en los mismos conocido como «memoria de los objetos». Este lento proceso de adquisición de memoria es fundamental, ya que en última instancia supone que un objeto acabe siendo basura o se convierta en un tesoro personal único.

Pero esta memoria, aunque muy poderosa, es a la vez muy frágil. Si en el momento en que un objeto cambia de manos no se transfiere su memoria al nuevo dueño esta se pierde, dejando al objeto nuevamente en peligro de convertirse en basura.

En un experimento nunca realizado hasta la fecha, esta instalación trataba de producir una transferencia de memoria desde una serie de objetos de la coleción del Museu de la Vida Rural a unos plásticos cualesquiera provenientes de los invernaderos de la zona. Las últimas teorías apuntan a que este proceso, aunque lento y complejo, podría ser posible.

Para que la transferencia sea efectiva es necesario que las personas circulen a través de unos contenedores específicamente diseñados para tal fin observando los objetos rurales a través de las superficies de plástico. Es en este acto de observación en el que la transferencia podría producirse con éxito.

Los objetos rurales que formaban parte de este experimento pertenecieron a personas que los usaron para trabajar, realizar tareas del hogar, desplazarse y en general, tener una mejor vida. Muchos fueron hechos a mano y algunos debieron ser reparados numerosas veces para seguir dando servicio. En todos ellos podía observarse con facilidad los arañazos, las marcas de uso y el paso del tiempo.

El plástico sin embargo es muy resistente a la memoria. Las cadenas de polímeros que lo componen impiden que los recuerdos penetren con facilidad en su estructura y, gracias a su alto peso molecular, el sudor, la tierra, las palabras y otras sustancias transportadoras de recuerdos pueden eliminarse fácilmente de su superficie.

Con este experimento quisimos constatar si la evolución tecnológica es esto, que los objetos pasen menos tiempo con nosotros para que no puedan adquirir una memoria que nos impida reemplazarlos por otros nuevos.

 

Contexto.

Esta instalación formó parte de la exposición Plàstic, organizada por el Museu de la Vida Rural y comisariada por Núria Vila.

Ante el reto de tratar un tema y un material ajeno a la colección permanente del museo, quisimos indagar las posibles conexiones entre ambos mundos, pues más allá de la visión romántica que podemos tener de la vida en los pueblos, la realidad contemporánea es que los plásticos forman parte del modelo de vida rural tanto como cualquier otro objeto.

La visita a los almacenes del museo, donde se acumulan numerosos objetos donados por personas de la zona, nos impulsó a tratar de entender por qué unos objetos pueden pertenecernos décadas y pasar de generación en generación y otros durarnos en las manos menos de unos minutos.

 

 

 

Only Geology Lasts

Only Geology Lasts (solamente la geología permanecerá)es una instalación para la cual se han reutilizado más de 15.000 botellas de agua de plástico caducadas, con ellas se ha creado un paisaje distópico por el que caminar.

Pretende reflexionar sobre un posible futuro en el que el medio ambiente, como lo conocemos, habrá cambiado por completo y tendremos que atravesar geografías de plástico y lagos de cristales de sal.

Asi mismo, Only Geology Lasts tiene como objetivo imaginar los posibles efectos del cambio climático, es un paisaje indefinido que puede recordar el derretimiento del hielo polar o remitirnos a cualquiera de las área desérticas del globo, representado a través del lago salado central. Estos dos escenarios arrojan luz sobre la interconexión entre problemas y soluciones que representan los desafíos ambientales globales.

La intervención puede centrarse principalmente en dos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el nº12: Consumo y producción responsables y nº13 Acción por el clima. Y es por ello que nos cuestiona sobre el papel que jugamos dentro del cambio climático vinculado a nuestros procesos de consumo. En un mundo global, donde la producción y el consumo son la cara y cruz de una misma moneda, donde todo está relacionado, Only Geology Lasts pone en evidencia la necesidad de alternativas a las formas tradicionales de consumo.

Refugio contra la Soledad

Colaboración con Dagoberto Rodríguez, cofundador de Los Carpinteros, para la realización de esta obra específica para la expo La NO Comunidad.

Como propuesta artística ante la soledad, se presenta un «Refugio contra la Soledad»,  retomando la idea de la ermita como uno de los iconos del paisaje español. Míticamente dedicas a ermitaños o frailes en soledad, su abandono generalizado y conversión en centro de las fiestas de todos los pueblos son la mejor reflexión en torno a la destrucción de las comunidades en favor del individuo contemporáneo.

Tomando éstas como base de inspiración, proponen la construcción de este refugio contra la soledad como lugar donde escapar del móvil; un lugar de encuentro, íntimo y a la vez abierto, en el que cualquiera puede entrar, dispuesto a ser abordado por cualquiera, para charlar, comentar, lamentarse o reír. Una arquitectura de geometría compleja, inspirada en los aviones espías que logran resultar invisibles para los radares, que recibe al espectador con una atmósfera de sonidos urbanos y de luz inspirada en el atardecer, ese momento del día en el cual uno sale de si mismo para observar lo que le rodea, compartirlo, disfrutarlo, comentarlo, sentirlo u odiarlo.

La NO Comunidad estuvo abierta del 24 de octubre de 2018 hasta el 27 de enero de 2019.
Refugio contra la Soledad se encontraba en el exterior, justo frente a la entrada de Centro Centro y podrá verse y habitarse hasta el 2 de enero de 2019.

La construcción del Refugio fue llevada a cabo por Mimétrica.

AMAR o MAR

AMAR O MAR (Amar el mar) Instalación land-art efímera realizada con basura generada en la noche de San Juan 2017 en la playa de A Coruña.

Nuestro Aporte

No hay sistema en el mundo, hoy en día, que pueda gestionar el exceso de basura que hemos producido en los últimos 20 años.

Ni en León ni en ningún otro sitio puede haber la capacidad de gestionar, limpiar, separar, procesar, tratar y transportar toda la basura que se genera. Estos verbos se vienen asociando a la industria del reciclaje como eufemismos, sueños o proyectos de una empresa humana prácticamente inalcanzable: deshacerse de los milllones de objetos que se desechan cada día: no es un problema técnico o ambiental: la basura es la hermana del consumo, y el consumo es el signo de nuestros tiempos, nuestra identidad histórica.
La basura, en su amplísima mayoría, se sigue enterrando hoy en día, aunque los sistemas de reciclaje han sido implantados en muchísimos lugares (destruyendo por el camino los sistemas de reducción y reutilización que prioriza la regla de las 3 R, y renombrando algunos vertederos como “zonas ecológicas”). Sin embargo, antes de que se lograra reciclar el 15-20% de las basuras que se desechan (de media en el Estado español), se fueron depositando en las décadas previas miles de toneladas de basuras que ya han pasado a formar parte del suelo que pisamos.
En León, en las dos últimas décadas, parece que la basura ha insistido en emerger, en no dejarse enterrar.

Durante meses, Basurama investigó el territorio de León y el universo de su gestión de basuras.
El de León es un territorio paradigmático de la mala gestión de residuos: por su estructura de muchos núcleos de población dispersos, las basuras circulan por una región de un gran tamaño, por donde se han ido distribuyendo los residuos a lo largo de las décadas.

La empresa pública de gestión ha venido vinculada a la muy polémica diputación, y también ha tenido varios casos recientes de mala gestión, además del llamativo caso de un peregrino que apareció muerto en el vertedero.

Escombreras ilegales convertidas por arte del “greenwashing” en zonas ecológicas, basuras mal enterradas que emergen a la superficie, vertidos de basuras que terminan en ríos, etc.

Fuimos recopilando recursos por toda la región, desde escombreras lejanas hasta el plástico que produce constantemente el propio museo, y los apilamos en la instalación.

Estación de Recuerdos CeCrea La Ligua

CONTEXTO

La red de centros CeCrea de Chile son, como ellos mismos se definen, espacios en los que niñas, niños y jóvenes desarrollan su derecho a imagina y crear. Inaugurados a finales del 2015, la red de centros Cecrea se estableció en tanto en grandes ciudades como en regiones menos pobladas, como es el caso del centro de La Ligua, que da servicio a varias pequeñas poblaciones de la zona.

Este centro se estableció inicialmente en las instalaciones del Liceo de La Ligua, que debido a la progresiva despoblación de la zona, disponía de un espacio en desuso. Tras un año y medio de andanza y éxito entre la población juvenil, el Departamento de Educación y Formación en Artes y Cultura llega a un acuerdo con el Ayuntamiento de La Ligua para construir un espacio propio en el solar en el que antiguamente se situaba la estación de tren, desmantelada durante la dictadura.

Hasta ese momento el solar era empleado como parking privado de coches, un lugar que cada día se llenaba con vehículos de personas que tomaban el atobús para desplazarse a otras ciudades de alrededor. En el solar destaca sobre todo un gran ecualipto de un metro de diámetro, que es visible desde casi cualquier punto de la ciudad gracias a su gran altura y a que el solar se sitúa en un cerro de la ciudad.

Siguiendo la metodología de trabajo propia del Cecrea, el centro de La Ligua establece un proceso de escucha en el que las niñas y niños son consultados sobre sus deseos y opiniones sobre cómo debería ser ese espacio.

Además, y cómo forma de comenzar a establecer un vínculo emocional y de uso con el espacio, se promueve una actividad denominada “Primera Piedra”, cuyo objetivo es realizar un primer evento de conquista de espacio a través del trabajo colaborativo con los actuales usuario del CeCrea de La Ligua. Esta misma actividad se realiza a la vez en otros cuatro nuevos centros planeados para el 2019.

El Departamento de Educación y Formación en Artes y Cultura invita a varios artistas a coordinar y dinamizar e evento Primera Piedra, eligiendo a Basurama para colaborar en el Cecrea de La Ligua junto al personal y el equipo de facilitadores.

 

PROCESO DE TRABAJO

El equipo de facilitadoras del CeCrea trabajó con los chicos y chicas en diversas escuchas y conversatorios, para imaginar el nuevo centro y recopilar deseos y sueños. Las principales conclusiones de estas sesiones de trabajo fueron:

  • Se desea que se mantenga el árbol en el nuevo CeCrea.
  • Se desea una construcción que se relacione con el árbol, repetiéndose en numerosas ocasiones la idea de una casita en el árbol.
  • Se desea algún tipo de infraestructura multifuncional para la realización de eventos, acciones, reuniones, etc., que aislen del suelo.
  • Se desea crear símbolos en torno al eucalipto (árbol de los deseos).

Basurama se incorpora durante esta fase realizando un viaje previo a La Ligua para visitar el actual CeCrea, el espacio de intervención, entrar en contacto con los agentes locales, hacer un mapeo de los materiales y recursos locales disponibles, comenzar las primeras acciones y hacer un estudio de posibles intervenciones.

Durante las sesiones de trabajo con artistas y agentes culturales de la zona se incorpora a la lista de deseos el de transmitir la memoria de lo que fue y significó para los habitantes de La Ligua la estación de tren, un lugar que las niñas, niños y jóvenes no han podido conocer.

Durante el segundo viaje se trabajó más en profundidad la conceptualización de la obra en torno a la memoria del propio solar, destacando la importancia de la memoria colectiva, de conservar nuestro patrimonio histórico y darle valor, de entender los cambios de configuración de la ciudad.

 

PROYECTO

Tras la identificación de los materiales de residuo con los que se iba a trabajar se generó un programa de trabajo en dos niveles, uno más basado en la construcción de identidad, apropiación y pertenencia y otro centrado en la construcción física de la intervención en el solar.

En la primera fase se trabajó con restos de tejidos y telas provenientes de la potente industria textil de la Ligua con las que se hicieron banderas para, simbólicamente, tomar posesión del solar y luminarias del depósito municipal, ya que en ese momento el Ayuntamiento de La Ligua estaba en proceso de sustitución del parque de farolas de la ciudad. Se recuperaron los vidrios de las mismas y se trabajó con los  recuerdos de los propios participantes, materializándolos en recuerdos encapsulados, una manera de relacionar nuestro pasado, vincularlo a la historia del solar y al mismo tiempo tender puentes a el futuro del centro y las futuras personas que lo usarán.

En la fase de intervención se diseñaron dos estructuras:

Por un lado la Estación de Recuerdos, una construcción elevada y adosada al ecualipto, construída con madera y palés encontrados en el antiguo CeCrea de Ligua basada y unas guardas camineras (lo que en España se llama quitamiedos) provenientes del depósito de vialidad de Limache. Esta construcción, de aspecto más abstracto que el de una típica casita en el árbol, evita el condicionamiento de uso doméstico y privativo que está imagen propone, intentando generar espacio más multifuncional donde la imaginación y los deseos lleven a usarlos de manera diversa: una atalaya, una casa en el árbol, un púlpito, un mirador, un escenario, un parque de juegos, un lugar para ver el atardecer, un lugar desde el que mirar los cerros…

Por otro lado se construyó un escenario, hecho con estos mismo materiales y cuyo fin es poder realizar eventos escénicos, festivales, picnics y todo aquello que los jóvenes usuarios del Cecrea de La Ligua quieran proponer.