Taller: La calle es el terreno de juego

Arquitaxi. En colaboración con Zuloark. Granada. Marzo 2010.


Foto: Robin Rhode.

Resumen

Salir a la calle y disfrutarla es la máxima expresión de activación del espacio público. El espacio público existe como tal en tanto y cuanto es un espacio activado: reactivar un espacio público no es más que construir un espacio público. Pasear, estar, sentarse, hablar con la gente, ir en bicicleta, son acciones activas indisociables al espacio público. Provocar otro tipo de usos no tan esperados puede dinamitar el equilibrio en favor de la experimentación intensiva del espacio público generando dinámicas de encuentro preestablecidas que activen otras dinámicas inesperadas. Nadie puede determinar lo que ocurre en el espacio público, ni los arquitectos, ni los urbanistas, ni los políticos, ni siquiera los propios ciudadanos. Este conflicto permanente nos induce a provocarlo continuamente.

Para los talleres en Arquitaxi, Basurark y Zulorama plantean a los talleristas la elaboración de acciones directas y de uso intensivo del espacio público derivadadas de deportes convencionales o juegos de infancia trasladados a la calle y a las plazas de la ciudad en una escala urbana de dimensiones inusuales. La calle como soporte de experimentación para la práctica del deporte en equipo y del juego colectivo en interacción directa con la propia ciudad. La calle como terreno de juego donde se establecerán unas reglas determinadas dispuestas a ponerse en cuestión. El objetivo es hacer ciudad desde la actividad relacional y no desde la construcción literal, la edificación, las instalaciones efimeras o la política.

Los diferentes grupos propondrán diferentes estrategias de juegos colectivos (transgrediendo las normas de juegos básicos o inventando nuevos) y las pondrán en práctica en diferentes espacios públicos de la ciudad de Granada utilizando materiales básicos y precarios como pueden ser tizas, balones o altavoces; o directamente sólo con nuestros cuerpos aprovechando la masa crítica de un grupo grande de personas. Todos participaremos de los juegos de todos.

ReMetodología

La realidad urbana es compleja, de ella participan muchos contextos y perfiles diferentes. Construir una situación reactivada en la ciudad ha de hacerse desde el mayor número de tipos de realidades posibles. Intentaremos dar una respuesta simétrica con esta complejidad a través de nuestros juegos. Por ello se establecerán diferentes roles de participación que garanticen la intervención en el mayor número de realidades posibles.

Reglas y normativas del juego.
Buscaremos una revisión crítica de las reglas que establecen los juegos colectivos habituales a través de construirlas en base a códigos prestacionales y no prescriptivos, intentando mejorar esas prestaciones en temas como divertimento, facilidad de participación, interacción con el contexto, etc...

Terreno de juego.
Los campos o terrenos de juego han de construirse conscientemente, dibujaran nuevos límites urbanos que participaran de manera evidente en su estado activo (cuando se este desarrollando el juego) y participaran en su estado inactivo (cuando ya no se desarrolle el juego) transformando también la ciudad a través de la huella.

Jugadores y participación.
La propia práctica de los juegos será la que genere la situación reactivada en los espacios públicos. Es importantísimo que se juegue, se pruebe y se desarrolle el juego. Es muy importante que los juegos sean divertidos y su practica mantenga el proceso lúdico en si mismo.

Registro y documentación.
Marcadores, retransmisión y crónica. Debemos intentar hacer transparentes los juegos y la situación urbana que generen, tanto durante como después de que se desarrollen. Que se entienda lo que sucede y se pueda explicar. Registrar lo que está sucediendo, posibilita la reactivación de una forma igual de importante que la acción en si misma.

Estrategias de enrolamiento.
No pongamos puertas al campo. Nuestro juego será un éxito si es apetecible su práctica, y si conseguimos inventar dispositivos que hagan que juegue la gente, que permitan la participación ciudadana desde todos los puntos de vista.


Cada uno de los grupos de trabajo que se formen deberán garantizar la inclusión de perfiles que trabajen con todas estas realidades, nombrando responsables de área o a través de repartos estratégicos de tareas. Todos los juegos intentarán recorrer todas las realidades. De esta manera esperamos que a partir de los juegos puedan salir estrategias críticas de re-activación del espacio público, pero a la vez, que sean los propios espacios públicos, como ha pasado tantas veces ya, los que reformulen los juegos convencionales, cebándolos de intereses nuevos y haciéndolos si cabe por lo menos más divertidos.

En colaboración

Zuloark