Basurama Panorámica: Fotografías | Contenido Del 14 septiembre - 8 octubre 2006. La casa encendida. Madrid
A continuación el contenido de la exposición Basurama Panorámica de la sección de fotografías. A. Introducción
C. Mapas
Otros datos:
De la basura a la basura, pasando por la basura
En esta sala se invita a reflexionar sobre el modelo de consumo y la forma de vida que está dando lugar a la expansión de las grandes ciudades, en particular en la región metropolitana de Madrid. Las grandes actuaciones de crecimiento urbanístico —PAUs y grandes vías de transporte como la M-50—, consideradas por sus ideólogos como un signo inequívoco de progreso, implican transformaciones profundas, de las que rara vez somos conscientes, en la concepción y uso de la ciudad, de los espacios públicos y de un bien tan singular como el suelo. Una consecuencia directa de este modelo de expansión, donde se tiende a construir nueva ciudad en lugar de mantener y regenerar la ya existente, es la generación de una mayor cantidad de residuos, nacidos todos ellos del consumo de más recursos naturales, en apariencia más intangibles (pero igual o más difíciles de renovar que el petróleo), tales como el suelo y el territorio. En este mismo sentido, la generación de basura, y con ella los vertederos y desguaces en sus distintas funciones de reciclaje, almacén y destrucción de la basura, es, por lo tanto, parte inseparable —aunque a menudo olvidada y hasta escondida—de este progreso: las cosas pasan a ser consideradas simplemente basura, despojadas de sus cualidades particulares. Basurama muestra en diez fotografías otros tantos ejemplos diferentes de estas situaciones urbanas y algunas de sus consecuencias. Al poder ser contempladas simultáneamente, es posible apreciar cómo todas ellas forman parte del mismo mecanismo de generación y transformación de basura: cómo las actuaciones urbanísticas presentadas, pretendidamente concebidas para los ciudadanos, funcionan despóticamente, olvidándose del habitante de las ciudades y favoreciendo con su diseño un modelo de ocupación del territorio que supone, en la práctica, una degradación de la ciudad consolidada. Ésta es progresivamente abandonada (por aquellos que pueden permitírselo) en pos de la urbanización perfecta de la periferia que, como si de la nueva Jerusalén se tratara, promete una vida idílica entre el chalet unifamiliar y el vehículo privado, lejos de la Babilonia caótica y perversa del centro. Sin embargo, los nuevos barrios esconden el inmenso coste que esta explosión urbanística supone para el entorno en el que se construyen. Además de un mapa de situación de los lugares fotografiados, la exposición se completa con otros tres mapas. En uno de ellos se muestra el crecimiento de los municipios de la Comunidad Autónoma de Madrid y en otro la proliferación de los kilómetros de sus carreteras. La falta de una planificación global territorial supone que cada municipio proyecte su expansión independientemente de los adyacentes, haciendo que el territorio se consuma de forma arbitraria. En el tercero se localizan los puntos relacionados con la basura en la ciudad, revelando la falta de vertederos de gestión pública. Por último, en el apartado de ‘Libros para el Estudio’, pueden encontrarse algunas lecturas para ayudar a comprender estos fenómenos. Sirva como referencia para entender el tamaño de cada una de las localizaciones el del Parque del Buen Retiro, de 118 hectáreas (ha).
Colaboradores Panorámicas Los mapas son un proyecto de Basurama y han sido reallizados por Eva García Pérez, Patricia Molina Costa y Natalia Rieznik Lamana.
180 ha (Perímetro total actuación: 4.800 m)
El PAU El Quiñón es uno de los mayores desarrollos urbanísticos en las proximidades de Madrid. El Plan de Ordenación Urbana, en bloques de 10 pisos ninguno de ellos de protección oficial, ha sido aprobado por el Ayuntamiento de Seseña. El suministro de agua aún no está asegurado pese a que se prevé que en la urbanización, que cuenta ya con un lago artificial, habitarán alrededor de 40.000 personas. Existe una investigación en curso de la Fiscalía Anticorrupción que analizará el proceso municipal y la reclasificación de suelo no urbanizable a urbanizable. La presión inmobiliaria y la búsqueda de suelo barato han motivado la construcción de estas urbanizaciones alejadas de Madrid, que extiende su región metropolitana hasta las provincias limítrofes, necesitando así nuevas infraestructuras. La Radial 4 (R-4) forma parte de un plan de la Comunidad Autónoma de Madrid y del Ministerio de Fomento que incluye la construcción de un total de 4 autopistas radiales de pago que proporcionan recorridos alternativos de salida y acceso a Madrid duplicando las autovías existentes, siendo España el país de la UE con más kilómetros de autopistas y autovías en relación a su población (Segura, 2005). Según el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT) se plantea construir hasta el año 2020 unos 6.000 km de autovías a añadir a los 11.000 km existentes (Fernández Durán, 2006). Para más información:
El neumático es el elemento más sofisticado, después de la electrónica, de la industria del automóvil. La complejidad de funciones que cumplen los neumáticos se traduce en una amplia diversidad en los materiales que los componen. El caucho es el la principal materia prima (un 50% del peso total), pero también contienen metal (15%) y, aproximadamente, otros 200 componentes entre los que se encuentra el azufre, elemento muy contaminante. En España se generan al año unas 300.000 toneladas de neumáticos (alrededor de 20 millones de unidades). En la Europa de los quince esta cifra alcanza las 3 millones de toneladas. Junto a la nueva urbanización de Seseña, al otro lado de la Radial 4, se encuentran estas montañas de neumáticos. Son aproximadamente 30.000 toneladas las que se acumulan tras un vallado metálico a la espera de ser tratadas. Un almacén al aire libre, que dada la alta capacidad de combustión de los neumáticos, puede dar lugar a un incendio difícil de apagar y muy contaminante. Para controlar estas y otras situaciones acaba de ser aprobado el Real Decreto para el tratamiento de neumáticos fuera de uso (NFU) que trata de controlar el ciclo completo de los neumáticos, apoyando, entre otras cosas, políticas basadas en la reutilización y que promuevan alargar su vida útil mediante el recauchutado, siempre huyendo de simples estrategias de combustión para conseguir energía.
Para más información:
595 Ha de superficie aproximadamente
La M-50 es la última, cronológica y geográficamente, carretera de circunvalación de Madrid. Construida entre los años 2000 y 2006, circunvala el área metropolitana de Madrid a una media de 13,5 km de distancia de la Puerta del Sol, uniendo tierras en las que se van construyendo nuevas zonas urbanizadas. La construcción de la M-40 respondió en su día a la necesidad de una verdadera circunvalación que permitiera dejar atrás Madrid sin entrar en la ciudad. Poco a poco esta carretera nacional va siendo flanqueada por áreas residenciales y centros de ocio. Al mismo tiempo existe la necesidad de convertir la antigua circunvalación M-30 en la Calle-30, porque hace tiempo que se rodeó de ciudad. Dos nuevas circunvalaciones, M-60 y M-70, están en proyecto. Este ritmo de construcción de infraestructuras provoca falta de uso tras su construcción pero sobre todo un cambio en la calificación de los suelos cercanos. Así se va ordenando la ciudad a lo largo de carreteras nacionales. Parece que la congestión en las infraestructuras es lo que justifica seguir construyéndolas. Sin embargo, Buchanan en su "Traffic in Towns" demostró en 1963 que las infraestructuras generan más tráfico del que son capaces de absorber. Los estudios para predecir el límite en la tasa de motorización hasta ahora sólo han demostrado que ésta siempre es superior a la predicha. La tasa de Los Ángeles (500 coches por cada 1.000 habitantes) como límite en los países desarrollados ya se ha superado.
4,2 Km de túneles que transcurren en paralelo
La M-30 no tuvo inicialmente la intención de ser una ‘autovía de circunvalación’. Surgió en los años 60 como conexión norte-sur paralela al eje de la Castellana y poco a poco se fue prolongando hasta cerrarse en los años 90. Este anillo de 32,5 km y un radio medio de 5,17 km respecto a la Puerta del Sol supuso la aparición de una barrera que fragmentó la trama urbana y la pérdida para la ciudad de un espacio tan característico como el río Manzanares. Con el inicio del mandato de Alberto Ruiz Gallardón en el 2004 la competencia de la M-30 pasó a pertenecer al Ayuntamiento de Madrid, siendo así la única autovía española cuyo titular es un ayuntamiento. En ese mismo año comenzó el proyecto Madrid Calle 30, nombre con el que desde entonces se denomina la vía y también la empresa municipal que la gestiona. Su objetivo es soterrar 4,2 km, entre otras actuaciones, de esta autovía de circunvalación a su paso junto al río Manzanares y solucionar los problemas de congestión y contaminación escondiendo los coches bajo tierra. Esta vía, lejos de ser una calle, es una autopista con más de 6 carriles por sentido en algunas zonas. Gracias al cambio de denominación el Ayuntamiento pudo acometer y gestionar unas obras que han durado en su fase de soterramiento y ampliación 4 años en turnos de día y noche, para poder estar acabadas en las siguientes elecciones municipales. Al margen de las dudas que suscita solucionar el problema del tráfico de Madrid ampliando aún más la capacidad de circulación de vehículos, las prisas por acabar la obra han venido acompañadas de algunas irregularidades que deberían hacer reflexionar tanto a los ciudadanos como a la Administración. Por ejemplo la división de la obra en 15 tramos para evitar tener que hacer el estudio de impacto medioambiental; o que el concurso internacional para el parque sobre los túneles se fallara una vez comenzadas las obras. Todo ello indica una falta de previsión y de consulta al ciudadano preocupantes, en un proceso que va a suponer un cambio en los presupuestos y funcionamiento de una metrópoli como Madrid. El proyecto, que maneja un presupuesto inicial de 4.250 millones de euros, endeudará a los madrileños 35 años como mínimo: una hipoteca pública incluso para todos aquellos que aún no puedan ‘disfrutar’ de la suya propia. Un negocio para las grandes compañías constructoras. Para más información:
40 ha (ampliación, 282 ha)
Sobre antiguos campos de cultivo, rodeada por enormes radares de control aéreo, se construye actualmente la ‘Urbanización Miramadrid’, dependiente de Paracuellos de Jarama (7,568 habitantes). Si las previsiones de las promotoras se cumplen la población del municipio se cuadruplicará en unos pocos años, lo que supone el primer crecimiento no gradual que soporta el municipio. Los servicios con los que cuenta Paracuellos no han variado sustancialmente en los últimos cinco años, pese a que se espera que a finales de 2007 ya haya 3.700 nuevas familias. El sistema de transporte público está constituido por dos líneas de autobuses con una periodicidad de entre media y una hora. Un colegio y un instituto públicos son los únicos centros de enseñanza media con los que cuenta actualmente; el Ayuntamiento prevé la cesión de suelo público para la construcción de un nuevo centro de enseñanza privado en un plazo de tiempo no definido. Existen dos proyectos aprobados para la reforestación de 180 ha y la realización de un parque (situado junto a la M-50), ninguno de los cuales se encuentra en proceso construcción.
3,1 Ha (125x250m)
La chatarrería de los Hermanos López es sólo una más de la veintena de grandes empresas de recuperación que hay en el área metropolitana de Madrid. Al margen de las grandes multinacionales del reciclaje, que se han venido instalando en los últimos años, estas empresas familiares llevan recogiendo chatarra y todo tipo de residuos desde hace décadas, y con las nuevas normativas se han ido convirtiendo en ‘recuperadores autorizados por la Comunidad de Madrid’, cambiando de estatus pero no de trabajo. En el negocio del metal, como en el del cartón, se da la paradoja de que los operadores privados siguen recuperando más materiales que todas las plantas de recuperación públicas. A esta chatarrería llegan tanto trozos de coches -directamente desde Desguace La Torre, en la misma carretera- como electrodomésticos y otros tipos de metales traídos por los ‘chatarreros de furgoneta’ que circulan por las calles de Madrid, así como los metales depositados en los puntos limpios de los ayuntamientos. Aquí esos metales se separan en cobre, acero, hierro y aluminio para ser enviados, una vez convertidos en dinero, a las empresas de la industria del reciclaje.
Para más información:
14,8 Ha
Los cementerios de coches son ya algo del pasado. Ahora se llaman Centros Autorizados de Tratamiento (CAT), aseguran una gestión ecológica del coche al final de su vida y facilitan el proceso de baja del vehículo. Esa es la presentación que hacen de sí mismos los Desguaces La Torre, uno de los mayores CATs de la Comunidad de Madrid: que organiza desde la recogida a domicilio hasta la separación de todas sus piezas para ser vendidas en sus enormes naves. En definitiva, facilitar el proceso de desecho y reutilización inteligente de los coches. Hoy en día los coches tienen que ser, según la normativa, convertidos en residuos inertes; esto es, limpios de todo tipo de material tóxico, desde el aceite hasta el líquido de frenos, que deben ser convenientemente reciclados o almacenados en lugares seguros. Una vez están limpios, siguen suponiendo una gran cantidad de acero y otros metales, vidrio y todos los plásticos imaginables. Por ello son uno de los residuos más rentables, lo que hace que se fomente no sólo su desecho sino también su reciclaje, convertido en chatarra.
Para más información:
870 ha
En el año 1978, cuando se clausuró el antiguo vertedero de Autocampo, se puso en marcha el Vertedero de Valdemingómez. Hasta el año 1989 convivió con el de Toriles, pero ha venido siendo el único depósito de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) de la ciudad de Madrid, recibiendo desde entonces cada año una media de un millón de toneladas. Desde el año 2000 el Ayuntamiento de Madrid, su organismo gestor, lo denomina “complejo medioambiental de Valdemingómez”, que incluye una planta de tratamiento de RSU, una planta de tratamiento de residuos de hormigón y la polémica incineradora, así como otras instalaciones y empresas dedicadas a la recuperación de basuras. En los alrededores del gran vertedero de Madrid han venido proliferando, paralelamente a las montañas artificiales de basura, infraviviendas donde viven muchas familias dedicadas a todo tipo de negocios marginales, desde la venta de droga hasta todos los relacionados con los residuos. Una auténtica ciudad lineal invisible que sigue el trazado de la Cañada Real Galiana hasta San Fernando de Henares.
47,3 ha (ampliación)
Existen espacios que delimitan y enriquecen el borde de la ciudad. Descampados, tierras de cultivo o baldías que han servido de límite tradicional para la ciudad y que es necesario que existan, simplemente, para ser disfrutada como tal, aparte de funcionar como control de la urbanización, contra la marea de ladrillos y asfalto que ésta supone. La Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid (2001) convirtió en urbanizable todo su suelo excepto el especialmente protegido, protección que es necesario justificar, por sus valores históricos, culturales o naturales. Así, indirectamente, se señalan estos espacios vacíos como lugares cuya única razón de ser es la de esperar a ser construidos en algún momento, olvidando el hecho de que el suelo es un bien que una vez urbanizado, o lo que es lo mismo, consumido como materia prima para producir dinero, tiene un proceso de recuperación o de reciclaje prácticamente imposible.
386,9 ha
La reciente construcción del PAU de Sanchinarro es un claro ejemplo del modelo urbanístico actual: situado en la periferia urbana de Madrid se conecta a la capital y al resto de espacios urbanos mediante grandes infraestructuras, tiene un uso exclusivamente residencial, el sistema de comunicación interior se basa en grandes avenidas y rotondas y toda la oferta comercial y de ocio se concentra en una gran superficie que convierte la satisfacción de las necesidades diarias en una aventura. El resultado es un espacio discontinuo aislado del resto de la trama urbana por las mismas autopistas que lo conectan a ella, creando una isla residencial que se encierra en sí misma, una gran cantidad de espacio libre público sin cualificar y de poca calidad que excede las densidades reales de uso; unas calles vacías donde la escala del peatón es sustituida por la del automóvil, eje principal de los nuevos planes urbanísticos; y un exceso de protagonismo del centro comercial que concentra todas las actividades de la zona ahogando y rebajando intensidad al resto. Mapas de los crecimientos urbanísticos y infraestructuras en la Comunidad de Madrid:
Con estos libros se quiere acompañar a la exposición con un pequeño apartado para el estudio. Teoría
Leyes
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