Stop por Alexis Subirats Calvo

Memoria explicativa
Tal y como se expone en el briefing, el fin último del encarte gira entorno al acto reflexivo del público a cerca de la saturación publicitaria y comunicativa a la que estamos sometidos. De forma asidua, los medios de comunicación intentan convencer, estimular y, sobretodo, persuadir al público sobre las necesidades creadas en el mercado. Tal vez, un exceso de información-desinformación, que logra colapsar nuestras mentes.

Partiendo de esa premisa, intentamos concienciar al consumidor ofreciéndole la oportunidad de tomar una postura diferente para autoprotegerse del cúmulo de estímulos al que, sin elegirlo, está sometido. Y hablamos de autoprotección, puesto que el leitmotiv del encarte se fundamenta en avisar y ayudar a reflexionar, nunca a prohibir actos de compra (nada más lejos de la realidad).

Así pues, podemos decir que la propuesta busca devolver la frescura al público, recordándole la función que juega en el mercado, en aras de lograr darle un empujoncito para que reflexione por sus propios medios. A su vez, el proyecto pretende aunar la cualidad informativa con la práctica, buscando la complicidad entre los diferentes agentes que conforman la opinión pública: esto es, promover la comunicación entre el público de forma que, unos a otros, ayuden a realizar el acto de reflexión.

Es por todo ello que, de manera informativa, el proyecto pretende dar a conocer datos como la elevadísima cantidad de impactos diarios a los que nos sometemos, y la necesidad de aprender a convivir en una sociedad envuelta por la publicidad.

Memória técnica
A modo de ayudarnos de una propuesta práctica para que el público atienda al encarte, hemos decidido elaborar un trabajo sencillo y vistoso. Con el simple hecho de recortar el encarte por la zona indicada, el público puede colgar el encarte en pomos de puertas, buzones y demás elementos que configuran cualquier portería de edificio. De este modo, se logra un acto comunicativo entre los diferentes vecinos que quiere llegar a concienciar de forma general a la gente. En cierta medida, viene a ser una nueva versión del boca-oreja: el puerta-vecino. La explicación viene apuntada en el encarte de forma gráfica y cada persona tiene la libertad de hacer uso, o no, de la propuesta.

El encarte se adjunta en formato .tif, con la parte anterior y posterior diferenciadas: la parte delantera es la que se conforma con la imagen de la señal de STOP y, la trasera, con un texto informativo. La composición, pues, se establece cómo un encarte DIN A5 a doble cara